H. G. W. I. A S. |3|

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Iris inclinó la cabeza hacia un lado, reflexionando sobre la bomba que Wei Lan acababa de lanzar, los otros parecían sorprendidos, incluso Jin Liwei, cuando supieron que Wei Lan era ahora una vizcondesa oficial, nunca esperaron este tipo de desarrollo en absoluto. 

Sin embargo, Iris no estaba muy afectada o impresionada, no le importaban los títulos heredados o los ganados a través del matrimonio como este.

-Madre, si ahora eres una vizcondesa, ¿por qué te quedas aquí en casa de tu hija? ¿Tu esposo solo tiene un título pero no tiene dinero? ¿Ni siquiera puede darse el lujo de proporcionarle alojamiento a su esposa? ―Iris preguntó.

-¡Oh, cariño! ¡Para nada! El esposo de tu madre es muuuy rico, pero no sé qué tan rico, después de todo, él venía de dinero viejo, así que es un poco difícil estimar exactamente toda su riqueza ―explicó Wei Lan― ¡Decidí quedarme aquí en tu casa porque solo quiero pasar un momento agradable contigoooooooooo, mi amada hija!

Iris dio una mirada poco convencida, incluso los otros no le creyeron.

Wei Lan parecía herida por su escepticismo. 

-¡Es verdad! ¡Cariño, créeme! ¡Tengo muchas ganas de pasar más tiempo con mi propia hija! ¡Aprendí mucho de mi esposo! Después de ser amantes, viajamos por todo el Mediterráneo, explorando muchos lugares, luego viajamos al norte de África luego y luego a Sudamérica, me llevó a algunos de los lugares más pobres de esas regiones, al principio lo odiaba, pero a medida que pasaba el tiempo, ¡el corazón de Madre se conmovió!

-¡Oh, cariño! ¡Vi muchísimo sufrimiento y pobreza durante mis viajes! ¡Ah! ¡Mi corazón se rompe al recordar a todas las personas que he conocido! Mi esposo es filántropo, por lo que él y su hijo adoptivo están usando su riqueza y estatus para ayudar el menos afortunado.

Wei Lan se limpió las lágrimas (invisibles) de los ojos para obtener efecto, sin embargo, ella todavía sonaba lo suficientemente genuina, luego continuó describiendo las horribles condiciones de vida de todas las personas pobres que conoció.

Momentos después, tanto Dom como Clover se vieron tan afectados por sus historias que los hermanos comenzaron a sollozar.

-¡Wuwuwu! ¡Eso es tan desgarrador! ¡Ahora me siento mal por estar comiendo tanto cuando hay tantas personas en el mundo que literalmente no tienen nada para comer! ―Dom lloró mientras se metía más comida en la boca― ¡Estoy tan agradecido de ser tan bendecido! ¡Wuwuwu!

-¡Lo sé! ¡Qué triste! Ese tipo de historias también son comunes en mi país, Filipinas, cuando los extranjeros salen del aeropuerto, ven los rascacielos, los grandes centros comerciales y todas las partes ricas de la ciudad, pero solo una hora lejos, los más pobres de los pobres viven en condiciones apenas aptas para los humanos  ―dijo Clover a continuación, secándose las lágrimas y sonándose la nariz.

-¡Exactamente! Mi esposo y yo estamos planeando visitar los lugares más pobres del sudeste asiático ―dijo Wei Lan― Pero como ahora está extremadamente ocupado, lo esperaré aquí en China hasta que termine todos sus asuntos y me siga hasta aquí.

Con eso, Wei Lan y los hermanos Dom y Clover sintieron una conexión entre ellos cuando se trataba de este tema, tanto Iris como Jin Liwei fueron expulsados ​​de la conversación mientras Dom y Clover se hicieron cargo de hablar con Wei Lan.

-¡Mi esposo me hizo darme cuenta de lo superficial que he sido una persona! ¡Abrió mis ojos y mi mente a las verdaderas realidades del mundo! ¡Viajar con él y hacer obras de caridad me hizo darme cuenta de mi verdadera vocación en la vida! Como su vizcondesa, ¡También quiero dedicar mi vida a ayudar a aliviar la pobreza en el mundo y hacer que sea un lugar mejor para las generaciones venideras!  ―Wei Lan les dijo con mucha pasión.