Josué me ignoró en todo el resto del día, tanto en las clases como en el receso. En la salida se fue solo y sin despedirse de mí.
Como yo no quería encontrarme de nuevo a ese psicópata del tal “Mario”, le pedí de favor a Fernando si me podía llevar a mi casa, a lo que dijo que sí.
Cuando llegué y entré a casa, mi mamá estaba ahí, la saludé y me saludó, pero se miraba extraña, como preocupada.
—¿Qué tienes, mami? —le pregunté.
—Josué me dijo que se quiere ir.
Agaché la cabeza.
—También le llamó a sus padres y habló rato con ellos. Luego bajó a decirme que lo aceptaron de regreso, así que hoy mismo se irá a su casa. Lo veía muy triste, igual de triste como te estoy viendo a ti en este momento, bebé —con su mano tocó mi barbilla y levantó mi cara—. ¿Pasó algo entre ustedes?
No le respondí, pero mi respuesta era evidente.
Justo en eso tocaron el timbre de la casa. Dolores abrió la puerta. Se trataba de un mensajero que traía un ramo de flores, Dolores las recibió y se las dio a mi mamá. Yo supuse que eran para ella de parte del señor Cuellar, pero...
—Bebé, son para ti —dijo con la tarjeta en una mano y el ramo de flores en la otra.
Me quedé sorprendido mientras me acercaba.
—¿Q-quién las manda? —pregunté nervioso.
—No tiene remitente —revisó la tarjeta—, pero seguro fue Josué.
—No, Galia, yo no fui —decía Josué mientraba bajaba las escaleras con su maleta en la mano.
—Mmmm... —dijo mi mamá, dudosa—. Bueno, seguro en la tarjeta tiene la respuesta —me las iba a dar, pero yo no las quise porque no sabía quién las mandaba.
—No, mamá, yo no quiero eso —dije.
—Bueno, entonces voy a leer la tarjeta para ver si así te convence —agarró la tarjeta. la abrió y leyó—. “Pequeño, miré estas rosas y me acordé de ti, porque eres tan hermoso y hueles tan bien como ellas. Mario”.
¿Cómo ese psicópata supo la dirección en dónde vivo?
Estaba asombrado y asustado al mismo tiempo.
—¿Quién es Mario, hijo? —preguntó mi mamá mientras guardaba la tarjeta en el sobre.
—N-no sé... —dije nervioso y asustado.
—Dile, dile a tu mamá quién es ese wey —dijo Josué, molesto.
Mi mamá se dio cuenta de que el ambiente entre Josué y yo estaba tenso.
—Los dejo para que hablen tranquilos —se fue con las flores.
Miré a Josué.
—No tienes por qué ser así delante de mi mamá, ella no tiene por qué enterarse de estas cosas.
—No se enteraría si no le hubieras dado tu dirección a ese pendejo con el que me engañaste.
—Ni te engañé y tampoco le di mi dirección a nadie.
—¿Entonces cómo la supo? ¿Es adivino?
—Yo no sé... —bajé la mirada—. Todo esto está muy raro... —volví a verlo—. Debes creerme, gatito.
—No me digas gatito y tampoco me expliques nada, que tú y yo ya no somos nada, por eso me voy —agarró bien su maleta y caminó a la puerta.
—Josué, no, no... —quería detenerlo, pero él se fue, se fue sin dejar que yo le explicara nada...
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Teen FictionCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...