Diego Ferrer
Alexis y yo íbamos entrando al departamento, yo con varias bolsas de compras en las manos.
—Gracias por comprarme estas cosas para mi súper enormísimo volcán, my love, y por todo lo demás que me compraste también.
Dejé las bolsas sobre la mesa.
—No es un volcán, señorito. Pero no hay de qué. Sabe que yo por usted haría cualquier cosa —le sonreí.
—Lo sé, my love. Por eso quiero decirte otra cosa.
—¿Qué cosa, amor?
—Es que en internet miré que muchas personas, tanto hombres como mujeres, se cubren estos granitos que salen en la cara con... maquillaje.
—¿Maquillaje? —dije extrañado.
—Sí, o sea, Melanie me dice que tiene granos, pero o sea, yo never le he visto ninguno, ¿sabes por qué? Porque ella usa maquillaje, así que sí funciona.
—Pero usted no necesita eso para verse hermoso, su cara es perfecta tal cual es.
—O sea, yo sé, pero me llama la atención usarlo. Dice Melanie que muchos hombres lo usan.
—Ay, tomatito...
—¿No estás de acuerdo, Diego?
—Mi señorito, me sorprende un poco lo que pide porque no pensé que el maquillaje le gustara, pero yo estoy de acuerdo con todo lo que usted quiera, usted aquí manda, yo solo le cumplo. Pídame el maquillaje que quiera y lo tendrá aquí.
Sonrió ampliamente y me abrazó, tomándome del cuello.
—¡Eres el súper, hiper, mega mejor novio de todo el mundo mundial! —dijo feliz, besando mi cara.
—Yo lo único que quiero es que usted sea feliz, amor. Mientras usted sea feliz, yo soy feliz. Aunque a veces sea bien dramático y exagerado, yo así lo amo, mi vida, y quiero que sea feliz, como se lo merece, como siempre se lo ha merecido.
Alexis me soltó para poder verme a los ojos.
—¿De verdad merezco todo esto que haces por mí?
—Tomatito —acaricié su rostro—, usted merece el universo entero. Jamás se conforme con menos.
Me dio una amplia sonrisa y luego puso sus manos sobre mis hombros.
—Te amo tantísimo, my love —me dijo feliz.
—Sabe que yo lo amo el doble, mi príncipe guapo —besé su frente.
El teléfono del departamento comenzó a sonar, así que tuvo qué apartarme de Alexis e ir a contestar. Mientras Alexis sacaba todo lo que habíamos comprado, yo hablaba con el portero del edificio.
—Gracias —colgué.
—¿Quién era, my love? —preguntó Alexis.
—Manuel, el portero del edificio. Dice que Josué y Armando están allá abajo, que si los dejaba subir y pues le dije que sí.
—¿Qué harán ellos aquí? —dijo extrañado.
Me encogí de hombros, diciendo “no sé”.
—Hay que poner todo esto en el cuarto, amor, para poder recibirlos bien —agarré las bolsas de compras y las llevé a la habitación. Alexis ayudó con algunas.
El elevador se abrió, eran Josué y Armando. Josué traía una caja de pizza en sus manos.
—Hola —saludó Armando.
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Teen FictionCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...