Josué se encontraba solo y sentado por las jardineras mientras tocaba y miraba su collar, ese que tiene una “J” con un corazón partido, y la pulsera que le regaló Armando, la cual tiene un gato.
—Mi niño bonito, te amo —besó la pulsera.
—Y él te súper, mega ama a ti, así tipo mil, Josué —dijo la voz de Alexis justo detrás de él—. Tu enano te ama —se sentó a su lado—. ¿Qué te pasa?
—Es que... —iba a decir algo, pero se calló—. Nada.
—Armando nos contó a Diego y a mí lo que pasó en los baños con el pelos chinos del tal Daniel.
—Pues si ya sabes, ¿por qué me preguntas? —lo miró.
—Porque no me importa lo que pasó, tampoco me importa Daniel y ni siquiera Armando. Me importas tú, Josué, o sea, quiero saber cómo estás tú, quiero saber qué sientes tú.
—¿Cómo voy a estar después de que mi novio, mi Armando, mi niño bonito, mi enano, mi todo se quiso besar con un wey que no era yo?
—Y o sea, ¿tú estás híper seguro de que así fue?
—Yo los vi, Ale.
—Pero a lo mejor y viste mal.
—Yo sé bien lo que vi; Daniel lo iba a besar.
—Okay, Daniel, pero Armando no.
—Armando pudo haberlo quitado, y no lo hizo, wey.
—Sí, pero o sea, tú sabes cómo es Armando, tú lo conoces mejor que nadie, sabes lo híper nervioso y lo híper tímido que es, a lo mejor solo...
—¿Estas queriendo justificar lo que Armando estuvo a punto de hacer? —se levantó enojado.
—No es eso, Josué —también se levantó—. Solo que yo sé lo súper, híper, mega demasidísimo que ustedes se aman, se aman tanto que ninguno de ustedes se traicionaría.
—¿Y por qué crees que esto me duele tanto? Wey, yo soy el que menos quiere pensar que Armando quiso besar a ese pelos de maruchan cruda, pero es que lo que vi me hace pensar lo contrario.
—No deberías ni siquiera de pensar así de Armando, él te ama.
—Pensé que habías dicho que te importaba yo, que te importaba saber cómo estaba yo, pero de lo único que me hablas es de Armando —rodó los ojos.
—Te hablo de él porque sé que sin Armando tú no estás bien, y yo lo único que quiero es tu bienestar.
—¿Y por qué?
—Tú me escuchas cuando nadie más lo hace, sabes cosas de mí que nadie más sabe. Para mí eres mi amigo, el más cercano que tengo en estos momentos y en quién más confío, y por eso súper odio así tipo mil ver a mi amigo triste.
—Para mí también eres mi amigo, Ale —le sonrió.
—Entonces hazle le caso a tu amigo, Josué, y ve con ese niño que te ama como nadie, y al que tú amas como a nadie.
—Él no pudo haber querido besar a alguien más, ¿cierto?
—Claro que no, mucho menos al pelos chinos ese.
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Novela JuvenilCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...