—¿Alguien ha visto a mi primo? —le preguntó Fernando a sus amigos.
—No lo he visto —dijo Leslie.
—Yo tampoco —dijo Alexander.
—Yo lo vi con Armando —contestó Alexis.
—Qué raro —Josué rodó los ojos
—De hecho ahí vienen —señaló Leslie a Diego y a Armando que estaban saliendo del colegio.
El brazo de Diego rodeaba el cuello de Armando mientras este estaba recargado sobre él. Tanto Josué como Alexis rodaron los ojos en señal de molestia.
—¿Vas a ir a mi casa hoy, primo? —preguntó Fernando.
—No, es que iré a casa de Armando.
—Cómo que pasan mucho tiempo juntos, ¿no? —comentó Alexis en un tono celoso.
—Somos amigos —respondió Armando, tranquilo.
—¡Claaaro! —dijo Josué, sarcástico—. En fin, yo me largo —se fue sin despedirse de nadie.
—Oye, Diego, ¿puedo hablar contigo? —preguntó Alexis.
—Claro —asintió.
—Bueno, bebé, ya me voy. Te veo luego —Leslie le dio un beso y se fue.
—¿Vamos a hablar o no? —le volvió a preguntar, ignorando por completo el que Leslie se fuera.
Diego, con señas, le dio a entender que pasara primero, cosa que hizo.
—¿Qué le pasa, señorito? —preguntó Diego.
—O sea, si vas a estar todo el tiempo con Armando, ¿qué sentido tiene ser tu mejor amigo? Si las cosas de mejores amigos las haces con él —muy enojado, se cruzó de brazos.
—¿De qué habla ahora, señorito?
—Que yo pensé en invitarte a mi casa, pero irás a la de él.
—¿Y cómo iba a saber que usted me iba a invitar? Me hubiera dicho antes.
—¿Cuándo? ¡Si todo el tiempo estás con él, Diego!
—Me hubiera dicho ahí en la prepa.
—¡Fui a decirte, pero estabas abrazando a Armando!
—Ah, ya… —recordó y asintió.
—O sea, pareces su novio o algo así, Diego.
—¿Y eso le molesta al señorito? —sonrió.
—Claro que no, o sea —rodó los ojos.
—A mí me parece que sí —se acercó a él—. Señorito, no tiene porque ponerse así de celoso, Armando solo es mi amigo.
—¡Qué no estoy celoso! O sea, a mí me súper, híper, mega vale así tipo mil que sea tu amigo, tu novio o que sé yo —rodó los ojos—. Solo digo que todo el tiempo estás con él porque es súper cierto, Diego.
—Podría verle a los ojos esos tan bonitos que usted tiene, todo lo que resta de este día hasta que lo admita, pero tengo qué ir con Armando.
Alexis, molesto, lo empujó.
—¡Me súper, híper, mega vale lo que hagas, o sea! ¡Vete con quien quieras, Diego! —se fue enojado.
—Sí está celoso —dijo Diego en voz baja mientras sonreía y lo miraba marcharse.
* * *
Armando y Diego estaban en la habitación de Armando, sentados en la cama.
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Teen FictionCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...