Alexis González
Estaba en casa de la mamá de Armando. La verdad es que ella es una señora hiper genial; es muy buena persona, me trata bien, me habla con cariño, me hace plática y me rio con ella.
—Deja ahí Alexis, Dolores recoge todo —me decía la señora Galia, ya que yo iba a recoger los platos sucios de la mesa.
—Es que la verdad yo no estoy acostumbrado a que limpien lo que yo ensucio.
—Pero no te preocupes por eso, aquí tú no tienes qué hacer nada, pequeño.
—Es que la verdad yo no quiero abusar. Ya suficiente hace usted con dejarme quedar aquí por las mañanas y tardes.
—Lo hago con gusto, porque eres amigo de mi hijo y porque eres un niño bueno, inteligente y muy maduro para tu edad —sonrió.
—Gracias —sonreí—. Usted es super, hiper, mega buena conmigo. La verdad me hubiese gustado tener una mamá así tan buena como es usted.
—¿Tu mamá no es cariñosa contigo?
Bajé la mirada y negué con la cabeza —Mi mamá solo grita y dice que todo lo hago mal.
—Lo siento mucho por eso, pero aquí puedes sentirte cómodo, como en familia, esta es tu casa, pequeño.
—Mil gracias, señora —la miré—. Usted es hiper, mega, ultra genial, le verdad —dije muy feliz. Ella solo sonrió.
Entró a la casa una niña como de mi edad, vestía un uniforme de escuela, chaparrita, flaca, de cabello castaño, piel blanca y muy bonita. No la había visto antes, pero supuse que era la hermana de Armando, ya que se parecía bastante a él.
—Hola mami —le dio un beso en la mejilla a la señora Galia.
—Hola mi niña. ¿Saliste temprano?
—Sí, es que teníamos libres las últimas clases, así que nos dejaron salir antes.
—Bueno. Cambiate el uniforme para que Dolores lo lave.
Iba a irse, pero me miró y me sonrió. Con amabilidad, le regresé la sonrisa —¿Quién es él, mamá
—Es Alexis, un amigo de tu hermano. Se quedó aquí porque en su casa iba a estar solito.
—Ah, okay —asintió—. Hola, Alexis. Yo soy Melanie, hermana de Armando —extendió su mano.
—Sí —agarré su mano para saludarla—, Armando me ha hablado un poco de ti —iba a soltar su mano, pero me llamó la atención de que ella llevaba unas pequeñas uñas acrílicas, pintadas de rosa, con mariposas, piedritas y muchos brillos.
—¿Te gustan? —me preguntó.
—Súper obvio que sí, o sea, están súper cute y así.
Rio un poco —¿Quieres ir arriba conmigo? Tengo muchas manitas de plástico con uñas que yo misma hago, ¿no quieres verlas?
—Me super, hiper, mega encantaría —dije feliz.
—¿Podemos ir, mamá?
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Novela JuvenilCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...