Capítulo #87

154 42 0
                                    

Alexis González

Estaba en el departamento en el que viviría con Diego, acomodando mi ropa en el armario.

—¿Cómo está el señorito más hermoso de todo este mundo? —decía mientras me abrazaba por atrás.

Me giré y puse mis brazos en sus hombros, rodeando su cuello.

—Yo estoy super, hiper, mega bien porque ahora vivo bajo el mismo techo que mi guapísimo novio —dije sonriendo.

—Ah, ¿soy guapísimo? —alzó las cejas.

—A ti te encanta que te diga lo guapo que eres, ¿verdad?

—Tengo qué aprovechar cuando está de buen humor y me dice cosas lindas, porque luego se convierte en señorito Alexis enojón y me dices que Ferrer y me echa la culpa de todo, aunque yo no tenga nada qué ver.

Reí porque en parte era verdad.

—Es que a veces sí te lo ganas, Ferrer, o sea, yo soy hiper tranquilo, pero tú me haces enojar.

—Tomatito, ni usted se la cree eso de que sea “hiper tranquilo” —hizo comillas en el aire.

—Por supuesto que lo soy, nada más que tú siempre tienes la culpa, la verdad, o sea.

—Desde que lo conozco usted tiene un temperamento muy fuerte, señorito, y eso no es mi culpa, eh.

—Bueno, no discutiré eso porque creo que es verdad, ja, ja —ambos reímos—. Pero ya mejor ayudame a acomodar todas mis cosas, my love —me separé de él y la ropa de una caja que estaba encima de la cama y las acomdé mientras él acomodaba otras cosas—. Que super, hiper feo lo que pasó hoy con Josué y Armando, ¿no crees, my love? —comenté para hacer platica en lo que ordenábamos todo.

—Sí, la verdad que pobre Armando —dijo mientras sacaba mis peluches y los ponía en un mueble.

—¿Pobre? O sea, si él fue el idiota que se besó con alguien que no era su novio, aquí el pobre es Josué.

—A veces las cosas no son como parecen, señorito.

—¿A qué te refieres, Diego? —fruncí las cejas.

—A que Armando es inocente.

—¿Cómo puedes decir eso, Ferrer? —dejé lo que estaba haciendo y me crucé de brazos—. O sea, nada justifica lo que tu amigo le hizo a Josué.

—Mire, tomatito —se acercó—, Armando es mi mejor amigo, por eso sé que él no...

—¡Ah, ya! —interrumpí—. Tú lo defiendes porque tú hiciste lo mismo, claro —rodé los ojos.

—No, no es así, amor.

—Claro que sí, o sea, tú besaste a Alexander, y Armando a ese tal Mario, ya entiendo por qué lo defiendes, porque eres igual —volví a rodar los ojos.

—Yo sí cometí un error, amor, lo admito, pero Armando no.

—Armando hizo lo mismo que tú, Diego, se besó con alguien que no era su novio, o sea, eso se llama traición, ¿lo sabes?

—No, no, no, él no quiso besarlo.

—Es lo mismo que dicen todos —de nuevo torcí los ojos.

—Pero lo de Armando es serio, amor, ese tal Mario lo está acosando.

—¿Cómo? —me descrucé de brazos, confundido.

Diego comenzó a contarme todo lo que Armando le platicó en la escuela, de cómo ese tal “Mario” lo acosó y besó a la fuerza.

Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora