Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #115

Fernando estaba entrando a la prepa, cuando escuchó la voz de Alexander llamándole. Al escucharlo, volteó a verlo, le sonrió y se acercó a él.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó Fernando.

—Vine a darte esto —le entregó su chamarra—. Ayer me la diste para que me la pusiera y se me olvido dártela.

—Muchas gracias —la agarró—. No tenías por qué venir hasta acá para traerla. ¿Y tu colegio?

—Hoy entro un poco más tarde, tengo libres las primeras clases, así que aproveché para venir.

—En ese caso pues está bien —sonrió.

—Oye... —se acercó un poco más—, te ves guapo con tu uniforme —le sonrió.

—Tú también con él tuyo —puso sus manos sobre el pecho de él.

—Pero no más que tú...

Fernando lo iba a besar, pero entonces...

—¡¡LUIS FERNANDO!! —los gritos de Daniel hicieron que Fernando se alejara con prisa de Alexander.

—¿Qué, Daniel? —dijo Fernando, un poco nervioso.

—¡¿Qué haces con este?! —señaló a Alexander.

—Estoy hablando con Alexander, ¿tiene algo de malo eso?

—No quiero que le hables —dijo serio y en tono amenazante.

—Tú no eres nadie para prohibirle nada a Fernando —dijo Alexander.

—¡Soy su novio! —lo miró—. Y tú mejor vete de aquí, que tengo qué hablar con él, ¡con mi novio! De algo privado.

—Será muy tu novio, pero tú no tienes derecho a tratarlo así.

—¡¡No te metas y largarte!!

Alexander iba a pegarle, pero Fernando se puso en medio.

—Por favor vete, Alex, yo resuelvo esto.

—No voy a dejar que este imbécil te maltrate.

—Confía en mí, todo estará bien, te lo prometo.

Alexander no quería, pero asintió y le sonrió a Fernando.

—Tú lo tocas, wey —le dijo a Daniel—, y yo te mato, idiota.

Daniel solo se ruio, y Alexander caminó a su auto.

—¡Ven para acá! —tomó a Fernando de la muñeca y se metieron a la prepa.

—¡Sueltame, Daniel! —gritaba mientras trataba de safarse.

—¡¡CÁLLATE!! —lo soltó—. ¿Por qué estabas hablando con ese Idiota de Alexander Cuellar?

—Yo no tengo por qué darte explicaciones —sobó su muñeca.

—¡Soy tu novio!

—¡¡ENTONCES CÓMPORTATE COMO TAL Y DEJA DE MALTRATARME!!

—¡¡A Mí No Me Gritas, Luis!! —se acercó y lo miró fijamente a los ojos—. Mejor dime, ¿dónde chingados estabas ayer? En la noche fui a tu casa y no estabas haciendo tarea como me dijiste. ¡¿DÓNDE ESTABAS?! —lo agarró otra vez de la muñeca.

—¡Eso a ti no te incumbe! —se soltó, pero Daniel volvió a agarrarlo, esta vez apretándole más fuerte.

—¡¿CON QUIÉN CHINGADOS ME ESTÁS ENGAÑANDO?!

—Daniel, me lastimas... —trataba de safarse, pero no podía.

—¡¡¡ME VALE MADRE!!! Solo quiero que me me digas el nombre del wey o de la zorra con quien me estás engañando.