Capítulo #119

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Al día siguiente, Alexis estaba acostado en la cama, cuando entraron la directora del orfanato, la doctora que lo atendió antes y una enfermera.

—Buenos días, Alexis, ¿cómo te sientes? —dijo la doctora con amabilidad.

—Del asco —dijo triste—. Mi novio está en coma, no puedo ir al colegio, no puedo estar con mis amigos, no puedo ver a mi hermanita, no puedo ver a los señores Galia y Raúl y, supongo, que vienen por mí para llevarme otra vez a ese lugar asquerosísimo —rodó los ojos.

—Lamento mucho tu situación, pero te estoy hablando de la anemia. ¿Como te sientes? ¿Ya desayunaste?

—Sí, ya. La comida de aquí es mejor que la de ese lugar tan hiper feísmo.

La directora lo miró mal

—I'am sorry —la miró—, pero es así super cierto.

La enfermera rio ante el comentario de Alexis.

—¿Estás listo para irte? —preguntó la doctora.

—Usted sabe que no... —bajó la mirada.

—Bueno, señora directora —la miró—, ya todo está listo. Solo falta firmar unos papeles para que el niño pueda salir.
 
—Doctora —habló Alexis—, ¿me puede hacer un super, mega favor?

—Dime —lo miró.

—Quiero ver a mi novio antes de irme, él está aquí.

—Alexis, yo no puedo hacer eso.

—Sí puede, usted es doctora.

—Pero no sé si ahorita esté recibiendo visitas.

—Puede preguntar, se llama Diego Ferrer Gallardo.

—¿El hijo de la doctora Rebeca Gallardo?

Asintió.

—No sabía que el hijo de la jefa y dueña del hospital y la mejor cirujana del país, estaba en coma —dijo sorprendida.

—¡Por favor lleveme! ¡Por favor! —suplicó.

—Alexis, tenemos qué irnos ya —dijo la directora.

—¿Ustedes no saben lo que es amar tan intensamente a alguien?

—Eres un niño, no sabes nada de amor.

—¡No soy un niño! —dijo molesto—. Y tal vez no sepa mucho sobre el amor porque Diego y yo somos muy jóvenes, pero si de algo estoy hiper segurísimo es que Diego y yo nos mega amamos mil. ¡Se los ruego!  —decía llorando—. Él está en coma y no sé hasta cuando podré volver a verlo... o si voy a volver a verlo... —agachó la cabeza.

La doctora dio un suspiro y luego sonrió.

—Investigaré en qué habitación está y si puede recibir visitas. Solo si la señora directora está de acuerdo.

Ella asintió.

—Ahorita regreso entonces —se marchó.
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Fernando estaba a punto de subir a su auto para ir a la prepa, cuando llegó Alexander.

—Alex, ¿qué haces aquí? —cerró la puerta y se acercó a él.

—Quería y necesitaba verte antes de ir a la prepa.

—Gracias por venir —le sonrió—. Me hace muy feliz verte.

—A mí me hace más feliz, creeme —lo agarró de la mano, lo jaló a él y lo besó en los labios. No duró mucho aquel beso, ya que...

—¡¡¡LUIS FERNANDO!!!

Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora