Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #69

Pocos minutos antes de que las clases comenzaran, me encontraba en la dirección, sentando en una silla, frente al escritorio del señor director.

—Bueno González, ya es Jueves ¿y tus padres? —dijo él.

—Le dije que se encuentran de viaje, por lo tanto no pueden venir.

—Yo te dije que tenías hasta el día de hoy para decirles que vengan, o si no te iba a tener que quitar la beca.

—Usted no me puede quitar la beca porque yo no hice nada malo, señor.

—Le pegaste a tu compañero sin razón aparente, ¿te parece poco?

—Es que sí hubo razones, señor, Saúl nos insultó primero y hasta le pegó a Diego Ferrer.

—Eso no es lo que dicen todos tus compañeros.

—A ellos les pagaron para que dijeran tal cosa.

—¿Y quién o quienes haría una cosa así?

—Leslie Córdoba, Daniel Millán y Alexander Cuéllar.

—¿Y por qué lo harían?

—Simplemente porque los tres me odian, sobre todo Alexander.

—Pero no puedes acusar a alguien sin pruebas, González.

—Pero sí tengo pruebas.

—Muestralas entonces.

Saqué mi celular y se lo entregué —Es un vídeo, solo pongale play y escuche todo con atención.

El director hizo exactamente lo que le indiqué. No dijo nada hasta que terminó el vídeo —¿Quién grabó esto, González? —me miró.

—Fernando Ferrer, él lo grabó y me lo pasó para mostrárselo.

—Muy bien —agarró su teléfono—. Hágame el favor de decirle a uno de los prefectos que me traigan a los siguientes alumnos: Armando Duarte, Fernando Ferrer, Leslie Córdoba, Daniel Millán y Alexander Cuellar, todos del salón 103. Los quiero en mi oficina de inmediato. Gracias —colgó el teléfono.

Mientras todos llegaban, se puso a escribir algo en su computadora e imprimió unas hojas. Se miraba tan serio y hasta algo enojado.

A los 5 minutos entró el prefecto junto con todos los que el director había llamado a traer.

—¿Nos mandó a llamar? —preguntó Leslie, entrando.

—Sí —los miro serio.

—¿Para qué? —preguntó Alexander, confundido.

El director sacó mi celular —Quiero que me expliquen esto, jóvenes —reprodujo el vídeo.

Alexander y Leslie se miraban sorprendidos, pero al mismo tiempo enojados mientras veían dicho vídeo, fulminaban a Daniel con la mirada. Daniel se miraba sorprendido, avergonzado y muy confundido. Armando solo miraba al piso, muy nervioso.

—¿Y bien? —les preguntó mientras me entregaba el celular.

—Yo no tuve nada que ver en eso, señor director, Daniel está mintiendo —se defendió Alexander.