Diego seguía viéndome, esperando una respuesta de mi parte, pero yo estaba atónito y desconcertado.
—No quise decirlo antes para no presionarlo, y también porque hasta hoy mi papá me dio las llaves. Esto lo hice por usted, porque no quiero que mi tomatito se vaya, no quiero perderlo, amor... Pero entiendo si aún quiere irse, yo lo apoyaré y...
Lo tomé de la nuca y le di un gran beso en los labios.
—Te amo, my love, te amo, te amo, ¡te amo tantísimo! —le dije entre besos.
—Espere —me separó—, ¿eso es un sí?
—My love —toqué su cara—, la verdad sería un completo idiota si te dijera que no —sonreímos—. Mi hermana esté donde esté, siempre será mi hermana, pero no puedo arriesgarme a perder todo lo que tengo, el colegio, mis amigos, a ti —junté mi frente con la de él—. Te amo y quiero que lo nuestro dure para toda la vida, bebé.
—Así será, mi señorito precioso —besó mi frente—, lo nuestro será para toda la eternidad. Le prometo que dedicaré cada día de mi vida a hacerlo feliz, y más ahora que lo tendré a mi lado 24/7. Lo trataré como se lo merece, como un príncipe.
—Soy tan afortunado de tenerte a mi lado, my love, no quiero perderte nunca, así tipo never —le di otro beso, tan dulce y especial, para que supiera que agradezco todo lo que ha hecho por mí.
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Armando Duarte
Josué, Fernando y yo íbamos entrando al salón de clases, hablando y riendo. Nuestras risas se fueron cuando miramos que sobre mi mesabanco había una bolsa azul de regalo, con un moño rojo. Al inicio me puse feliz porque pensé que había sido gatito quien lo había puesto ahí.
—Gatito —agarré el regalo—, ¿tú me dejaste esto?
—No, enano, yo no fui —metió las manos a los bolsillos de su chamarra.
—¿Entonces quién fue? —dije extrañado, mirando el regalo—. ¿Fer? —miré a mi amigo.
—No, yo no tengo nada que ver en eso —respondió—. Abrelo, así sales de dudas.
Abrí aquella bolsa, de la que saqué un pequeño panda de peluche, una rosa y una nota.
—Ya en serio, ¿fuiste tú gatito? —le sonreí porque pensé que me estaba haciendo alguna broma.
—No, ya te dije que no —dijo serio.
—Lee la nota, seguro ahí viene quién lo manda —sugirió Fernando.
—A ver... —Josué me arrebató la nota y la leyó en voz alta—. “Armando, te he visto solo un par de veces, pero dejame decirte que eres la persona más linda con la que he chocado. Estás tan hermoso que me dan ganas de volver a verte y salir contigo. Mario” —la mirada de Josué se transformó en una de enojo, tanto que apuñó aquella nota y la tiró al suelo—. ¿Quién es Mario? —preguntó enojado.
—No lo sé, gatito, no lo conozco —respondí nervioso.
—Por lo que dice esta pinche nota, sí se han visto. Neta no me mientas, Armando.
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Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔
Ficção AdolescenteCuatro adolescentes con diferentes vidas y diferentes personalidades van a tener que enfrentarse con su familia, con la sociedad y con el mundo entero con tal de defender su amor, y así demostrar que no están equivocados, sino enamorados. ¿Podrán lo...