Capítulo #100

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Mis amigos, mi novio y yo nos fuimos a las bancas de la cafetería para comer y platicar sobre lo que planeamos con Alexander.

Fernando pidió una ensalada de frutas, como siempre. Josué pidió una torta de milanesa. Armando un burrito de pollo y unas gomitas. Alexis unas papas fritas con queso. Y yo un sándwich de pavo con pan integral.

—¡Amo las papas fritas con queso derrito! —dijo Alexis, comiendo gustoso.

—Tomatito, le dije que no pidiera eso de comer, pero nunca me hace caso —dije.

—¡Ay, Ferrer! —rodó los ojos—. A mí me gusta y ya.

—Sí, lo sé, pero hace daño, amor.

—Pero a mí me gusta, Ferrer.

—Ay, Alexis, estás peor que Armando cuando quiere dulces —mencionó Fernando.

Todos volteamos a ver a Armando, quien estaba muy distraído abriendo un paquete de gomitas.

—Olvidenlo, nadie es peor que Armando con los dulces —corrigió.

—¿Qué yo qué? —pregunó Armando, mirándonos confundido.

—Nada, nada —se rio—. Mejor ustedes continúen —nos dijo a Alexis y a mí.

—O sea, ¿continuar con qué? —dijo Alexis, rodando los ojos—. O sea, Diego todo el tiempo me está diciendo qué comer y qué no. Le molesto todo lo que como.

—Lo digo por su bien, señorito. Soy tu novio, me preocupo por usted.

—Pero o sea, Ferrer —me miró—, el ser mi novio no te da derecho a estar ahí criticando constantemente lo que como y lo que no.

—No es crítica, solo que a su cuerpo le hace daño tanta grasa.

—O sea, si no te gusta mi cuerpo, puedes decírmelo de una vez y ya.

—Tomatito, su cuerpo es perfecto tal y como es, pero es que es... —exhalé y mejor me callé, no quería seguir discutiendo por nada.

—¿Pero es que qué, Ferrer?

—Nada, no quiero seguir discutiendo.

—¡¡Entonces déjame comer lo que yo quiera!! —me gritó.

—Está bien, ya no diré nada.

—Ya calmense. Mejor hay que hablar sobre lo que nos dijo Alexander —dijo Josué.

Yo quería hablar sobre ese tema, pero no pude evitar que me pusiera triste la manera en la que Alexis me habló. Me hizo sentir mal y no quería que nadie me viera así. Necesitaba estar solo unos minutos.

—Hablen ustedes —me levanté—, yo iré al baño —caminé para irme, pero recordé que había dejado mi celular en la mesa, así que me regresé.

—Friend —le habló Josué a Alexis—, creo que te pasaste un poco con Diego, ¿no crees?

—Y o sea, ¿yo por qué? O sea, si es él el que a cada rato está criticando si como hamburguesa, si pizza, si esto, si aquello, ¡es un fastidio vivir con él!

Josué le hizo señas de que ahí estaba y Alexis volteó a verme.

—Se me olvidó mi celular —dije con la cabeza agachada y, sin ver a Alexis, agarré mi celular.

—My love... —se levantó.

—¿Qué quiere mi señorito? —lo miré, con lágrimas en los ojos—. ¿Quiere decirme que odia vivir conmigo? Está bien. Sabe que todo lo que usted quiera, se cumple  —me fui corriendo.

Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora