Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #16

Josué y Armando estaban saliendo del salón de clases, cuando se encontraron con Leslie, Alexis y Fernando.

—¡Hola, hola! —saludó Leslie, muy alegre.

—Hola, ¿qué pasa? —preguntó Josué.

—Hoy vamos a salir todos juntos, eh.

—¿Es pregunta o aviso? —preguntó Armando.

—¡Aviso!

—¿Entonces tenemos que ir sí o sí? —preguntó Josué.

—Es que la verdad tengo ganas de una salida entre todos los amigos. Vamos a ir: Alexis, Fernando, Diego, Alexander, ustedes y yo.

—¿Y ya les preguntaste a Diego y a Alexander si quieren salir? Recuerda que Diego no soporta estar cerca de Alexander.

—Nadie soporta a Alexander —agregó Armando.

—¡No me importa! ¡Vamos a ir todos y punto!

—Hola —saludó Diego.

—Qué onda —saludó Alexander, llegando desde otra dirección.

—Justo estábamos hablando de ustedes —dijo Leslie, sonriendo.

—¿De qué? —preguntó Diego.

—Que hoy vamos a salir todos juntos.

—¿Es pregunta o aviso?

—Eso dije yo —rió Armando.

—¡Es aviso! ¡Ya dije! Quieran o no hoy vamos a salir todos.

—Pues por mí no hay pedo, no tengo nada qué hacer —dijo Alexander.

—Si está este —Diego señaló a Alexander—, yo no voy.

—Diego, pero no tienes qué hablarle si no quieres —dijo Armando.

—Armando tiene razón, Diego —afirmó Leslie.

—Aun así no quiero ir.

—¿En serio te vas a poner así, Diego?

—Sí —asintió.

—No la pasaríamos igual de chido sin ti, primo —dijo Fernando.

—Pues lo siento, pero ya dije que no.

—Ay, Diego... —se acercó Alexis—. Yo quiero que estés con nosotros, please!

—No, Alexis, no —desvió su mirada para no verle a los ojos, pero Alexis lo tomó de la barbilla e hizo que lo mirara.

—O sea, pero te lo estoy pidiendo yo —le hizo ojitos.

Diego, rendido, suspiró fuerte.

—Está bien, sí voy, pero solo porque tú me lo pides.

Alexis sonrió feliz.

Mientras todos hablaban y comentaban a dónde iban a ir, Armando miraba a Diego, quien estaba muy distraído mirando a Alexis. Alexis ya no lo veía, él está hablando con los demás, pero la mirada de Diego seguía perdida en él. Armando sonrió y se acercó a su amigo.