Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #78

—Este uniforme me queda enorme —dijo Armando, quejándose mientras caminábamos.

—Pues ¿qué esperabas? O sea, es de Josué. Te dije que te podías poner uno de los míos, digo, igual te quedarían grandes, pero no tanto.

—Pero a mí me gusta usar la ropa de mi gatito.

—Entonces no te quejes.

—No me quejo, solo era un comentario y ya.

—Sí te estás quejando, Armando, o sea.

—O seaaa —me arremedó.

—¿Otra vez me vas a arremedar? —nos detuvimos y lo miré mal.

—Pues es que no me gusta tu manera fresita de hablar ni de ser.

Eso me hizo enfadar.

—Decir “o sea” no es ser “fresita”, es una manera de hablar.

—No, pero la manera en la que lo dices, sí lo es y no me gusta nada.

Me acerqué más hasta mirarlo a los ojos.

—Y a mí no me gusta para nada tu manera tan infantil, inmadura y egoísta de ser —dije enojado.

—¡Ey, ya! —se metió Josué—. Calmense los dos, neta.

—Yo no soy egoísta, Alexis —ignoró por completo a Josué.

—Lo eres con tu mamá, ella te super ama tantísimo, y tú ayer lo único que hiciste fue tratarla mal.

—Tú no tienes derecho a decirme eso.

—Claro que sí porque yo quiero mucho a tu mamá.

—Pero no eres su hijo, ¡su hijo soy yo! Tampoco eres hermano de mi hermana. Mucho meno eres novio de mi novio. ¡Deja de meterte en la vida de los que amo! ¡No es mi culpa que tus papás no te quieran!

Me enojé tanto que lo empujé e iba a pegarle, pero Josué se volvió a meter.

—Tú lo tocas y neta se me va a olvidar el gran cariño que te tengo, Alexis.

—¿No escuchaste lo que tu novio me dijo? —lo miré.

—Sí, pero no quiero que lo toques.

—Okay, Josué —asentí—. Y está bien, Armando —lo miré—, me alejaré de tu mamá, de tu hermana y de tu novio.

—No, Ale, no tienes qué hacer eso —me dijo Josué.

—Es para que Armando esté mejor. Puedes vivir en mi casa, pero cada quien por su lado. Okay, ex friend? —me fui.

Estaba muy triste caminando por la prepa, buscando a Diego. Estaba sentado por las jardineras del colegio. En cuanto lo vi, corrí a abrazarlo, escondiendo mi cara en su cuello.

—¿Qué le pasó, tomatito? ¿Se siente mal?

—Discutí con Armando y perdí a Josué —dije llorando, sin soltarlo.

—¿Por qué dice eso, amor? ¿Qué pasó?

—Es que... Armando me dijo que me dejara de meter en la vida de su mamá, su hermana y Josué, y es justo lo que haré.

—Pero tomatito —me soltó para verme—, usted quiere mucho a la señora Galia, se lleva bien con Melanie, y Josué es su mejor amigo.

—Pero la señora Galia no es mi mamá, Melanie no es mi hermana y Josué es mi mejor amigo, pero a Armando no le gusta que les hable, se pone celoso.