Capítulo #79

208 45 1
                                    

Semanas después...

Alexis y Diego iban entrando a la prepa, cuando se les acercó Armando.

—Alexis, ¿puedo hablar contigo? —le preguntó Armando.

—Tú y yo nos hablamos. Vamos, my love —agarró la mano de Diego y siguieron caminando, pero Armando se puso enfrente.

—Solo será un momento.

—I'm sorry, Armando, pero o sea, yo no hablo con personas que juzgan a otra por su manera de hablar o de expresarse. Con permiso —se fue junto con su novio, ignorando por completo a Armando.

—No lo trate así, amor —le dijo Diego.

—My love, sabes que no soy así, al menos que alguien se lo merezca, y o sea, aunque quiera a Armando, él ya me ha hecho mucho. Por su culpa llevo dos semanas sin hablarle a la señora Galia, a Melanie y a su Josué.

—Yo entiendo, pero él es muy sensible, señorito.

—Yo también siento, Diego, y él me ha dicho cosas super hirientes que he dejando pasar, pero o sea, yo tengo un límite y ya llegué a él.

—Yo entiendo, tranquilo, señorito, no se ponga así a la defensiva conmigo —acarició el rostro de su novio, haciéndolo sonreír.

—Contigo no puedo ponerme así, my love —le sonrió.

—Ja, ja, ja —se rio—, no sea mentiroso, señorito, si conmigo se ha puesto así desde que lo conozco.

—Ah pues porque te lo has merecido, o sea.

—¿Y qué le he hecho para merecerlo?

—Ay, Ferrer —rodó los ojos—, ¿en verdad quieres que te los recuerde?

—Mmmm... —pensó—, no, mejor no ja, ja. Mejor beseme.

Alexis volvió a rodar los ojos, pero poco a poco le sonrió y se acercó a él, poniendo las manos sobre sus hombros.

—Te amo, mi Ferrer, aunque me hayas hecho sufrir antes de que anduviéramos, te amo tantísimo —le sonrió—. No te quiero perder así tipo never de los never.

—Yo lo amo el doble, mi amor —besó su frente—. Y tranquilo, usted nunca me va a perder, señorito, yo estaré con usted toda la vida.

—Y yo contigo, my love, siempre —sonrió.

—Le pedí que me besara, tomatito, eh.

—Ven aquí entonces —lo tomó de la nuca y lo besó con lentitud y ternura.
-

-

-

Josué estaba en el salón de clases, sentado en su banco, comiendo una manzana, cuando entró Armando.

—Gatito, intenté hablar con Alexis, pero fue inútil, no quiere hablar conmigo.

—Te dije que no hicieras nada, Armando, que lo dejaras así.

—¿Cómo no? Si tú llevas semanas muy triste, y mi mamá y mi hermana también, y todo es mi culpa.

Josué se levantó y acarició la cara de su novio.

Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora