Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #32

—Déjenla ahí, yo la llevo mañana —le dijo Alexander a su equipo.

—Que no se te vaya a olvidar, Alex —le dijo Leslie.

—Por supuesto que no.

—¿Podemos hablar afuera unos minutos? —le preguntó Leslie a Alexis.

Alexis dudó un poco, pero igual accedió porque no quiso ser grosero —Ahorita regreso, Josué —se iba a ir, pero Josué lo tomó del brazo y se acercó a su oído.

—Wey, le prometí a mi enano que no me iba a quedar a solas con Alexander —dijo en voz baja.

—You fresh, friend. Solo serán unos minutos.

—Pero Ale…

Alexis lo ignoró y salió de ahí con Leslie —¿De qué quieres hablar? —preguntó Alexis.

—Sé que ayer tuvimos una fuerte discusión en la que yo te dije cosas muy hirientes, pero pues...

—No, no solo fue una fuerte discusión, Leslie, tú y yo terminamos.

—Pero ese no es motivo para terminar, Alexis. Si no quieres hacerlo conmigo aun, está bien, pero no por eso hay que terminar, bebé —se acercó, quería tocarlo, pero Alexis se alejó.

—Es que yo no te terminé por eso, sino porque no te quiero.

—Entonces lo que dijiste ayer, ¿fue cierto?

—Fue y es súper cierto.

—¿Y entonces por qué andabas conmigo?

—Tenía qué hacerlo, solo eso te diré.

Sin previo aviso, lo besó. Él no se alejó, pero tampoco correspondió.

—Te quiero, Alexis —dijo llorando, para luego irse corriendo.

Alexis se recargó en la pared y se quedó en silencio, mirando al suelo.

Adentro de la casa, Josué se veía incómodo y nervioso por estar a solas con Alexander. Este se dio cuenta de ello y lo miró con rareza.

—¿Qué te pasa? ¿Te pongo nervioso o qué? —alzó las cejas.

—Para nada.

—Relájate, Josué. Antes nos llevábamos chido, ¿recuerdas?

—Sí, wey, pero eso fue antes de...

—¿Antes del beso que te di? Ja, ja. Relájate, no te volveré a besar —se acercó—... Bueno, al menos  que así lo quieras tú —sonrió.

—Ni que estuviera loco —se alejó.

—No te preocupes por tu noviecito, él no se enterará de nada.

—¡Ya te dije que no! —dijo enojado.

—¿No estás enfadado de tu novio?

—Mi niño bonito nunca me enfadaría.

—Es que, bueno, es un niño inmaduro y mimado.