Tú y yo contra el mundo y contra todo (Libro #1)©✔

Capítulo #19

Diego Ferrer

—La neta que ustedes dos —dijo Leslie, señalando a Alexander y a Fernando—, se pasaron hoy.

—¿Por qué? —preguntaron.

—¿No pueden aceptar que no le gustan ni a Josué ni a Armando y que ellos se aman desde antes de conocernos a todos nosotros? ¡Par de inmaduros!

—¡Exacto! O sea, se supone que somos amigos, pero los amigos no hacen lo que ustedes hicieron hoy —dijo Alexis.

—Ya ni discutan con este par —dije.

—Sí, ya mejor vámonos, Alexis. Vamos a tomar algo, aún es temprano.

—Está bien —asintió.

Leslie se acercó a él para besarlo. Pude notar como él le correspondía, algo que me hizo sentir mal. Sé que ella es su novia, pero entonces...

¿Qué pasaba con los coqueteos que me hacía todo el tiempo?

No lo entendía, mucho menos entendía como era capaz de besarla delante de mí.

—Te veo mañana, ¿sí? —me dijo Alexis, pero yo no dije nada, solo asentí y ellos se fueron.

—Se pasaron —les dije a Alexander y a Fernando.

—Armando me encanta —dijo Fernando.

—Sí, Fer, pero no por eso lo vas a poner incómodo. Tú sabes lo que siente él por Josué, ¿cómo se te ocurre hacerle esa pregunta sabiendo lo sensible que es Armando?

—¿Me vas a atacar por defender a Josué? ¡Tú eres mi primo, Diego!

—No estoy defendiendo a Josué, ni a ti, ni a nadie más que a Armando. Él no mereció que lo pusieran en la situación que tú y Josué lo pusieron.

—Yo no quise hacerlo sentir así, al que quise hacer sentir mierda fue a Josué.

—Fernando, Josué también es mi amigo, y te recuerdo que también es tuyo, pero eso como que se te está olvidando, todo por un capricho que tienes con Armando.

—No es ningún capricho, wey. Pero está bien, ¡yo me largo! Tú sigue defendiendo a tu amigo. ¡Adiós! —dijo muy enojado y salió de la casa.

—Creo que esto no salió muy bien —comentó Alexander.

—¿Tú crees? —lo miré con ironía.

—Yo digo —se encogió de hombros.

—Yo también me voy —tomé mi mochila. Estaba a punto de salir, pero me lo impidió, poniéndose enfrente de mí.

—No tienes por qué irte —me dijo.

—No quiero estar contigo, lo sabes.

—Lo sé —se acercó—, pero no te vayas.

Iba a pasar, pero volvió a impedirme el paso.

—Solo quiero hablar contigo, Diego.

—¡Ya te dije que yo no!