CANSANCIO EN PANDEMIA
Dos compañeros de trabajo discuten acaloradamente por el uso de un computador y sobre quién de ellos tiene el mejor derecho de ocuparlo en un determinado horario. No es que no existan más computadores, los hay y varios, es simplemente que "ese" computador se convirtió de la noche a la mañana en el trofeo a conseguir. Intentando lidiar en la situación y después de escuchar variados argumentos sobre quién tiene el mejor derecho hago la pregunta correcta: ¿Qué hay debajo de esta disputa? Cansancio, stress y ego, me responde, sin dudarlo uno de los involucrados. Qué buena y sincera respuesta.
Izkia Siches la presidenta del colegio médico estuvo esta semana en el ojo del huracán por unas desafortunadas declaraciones viniendo de una líder de opinión. Qué fue lo que sucedió para que una dirigente que ha tenido un desempeño destacado en esta pandemia, cómo así lo revelan las encuestas de opinión que la situaban en primer lugar en aprobación se salga de madre y tenga que salir pidiendo disculpas días después. Algo me dice que es cansancio, stress y bueno, algo de ego.
Una profesora de inglés de un colegio de la capital es viralizada en un audio expresándose en contra del modelo híbrido de aprendizaje que está rigiendo en casi todos los colegios del país. Nuevamente en un lenguaje bastante coloquial llena de improperios al modelo, al colegio y a los chicos, lo que le significó tener que dejar el colegio donde se desempeñaba. Aquí también me imagino hay cansancio y stress.
Una querida amiga me va a ver al trabajo esta semana con un pretexto x y en cosa de minutos me está abriendo su corazón y me cuenta lo mal que lo está pasando. Soledad, enfermedad, tristeza, cansancio y por supuesto stress es lo que está viviendo me entero.
Leo en el diario el País de España también esta semana una entrevista al destacado filósofo norcoreano Byung-Chul Han. En ella dice y cito textual: "De un modo u otro, todos nos sentimos hoy muy fatigados y extenuados. Se trata de un cansancio fundamental, que permanentemente y en todas partes acompaña nuestra vida como si fuera nuestra propia sombra. Durante la pandemia nos sentimos incluso más agotados que de costumbre. Hasta la inactividad a la que fuerza el confinamiento nos fatiga. No es la ociosidad, sino el cansancio, lo que impera en tiempos de pandemia". Además, fiel a su costumbre le pega al modelo neoliberal señalando cómo es la auto exigencia por rendir, disfrazada de libertad, la que termina con el hombre explotándose a sí mismo, todo esto agudizado más por el virus. Además señala que la comunicación digital (zoom) ha exacerbado lo que él llama el video-narcisismo. Todo esto llevaría a mayor depresión, fracasando el hombre por culpa de las exigencias de rendimiento que se impone a sí mismo, sucumbiendo por ello y llevándose la victoria finalmente el desgaste laboral.
Algo me dice que esta sociedad del cansancio en la cual hemos vivido tanto tiempo está haciendo crisis. Ya no basta con estar encerrados en nuestras casas echados sin hacer nada para descansar, cómo lo vamos a tener que hacer en este nuevo periodo de cuarentena, porque finalmente igual nos seguimos sintiendo agotados. Ni tampoco que de nuestros trabajos nos adelanten nuestra salida los días viernes. O que por culpa del toque de queda nos tengamos que dormir más temprano. Es algo más profundo, un cansancio del alma, que tiene que ver con ciertos estilos de vida, con los modelos que nos hemos auto impuestos; con la sobre valorada palabra éxito que resuena por doquier; con consumir sin necesidad endeudándonos de pasada; con los símbolos de status que nos martillean el cerebro. Y sobre todo-creo yo- con la falta de sentido, con la ausencia de un horizonte vital que más que provenir de modelos externos, ideologías, o religiones debiésemos buscarlo en lo más profundo de nuestro ser, en un viaje interior no exento de dificultades, pero lleno de satisfacciones finales.
ESTÁS LEYENDO
RELATOS DE CUARENTENA
Non-FictionColumna de opinión sobre diversos tópicos, libros, política, cine, tv, personajes, memoria etc