LEVEDAD Y PANDEMIA

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LEVEDAD Y PANDEMIAA raíz de mi anterior columna me acordé de una frase que se hizo famosa durante los ochenta: La vida está en otra parte

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LEVEDAD Y PANDEMIA
A raíz de mi anterior columna me acordé de una frase que se hizo famosa durante los ochenta: La vida está en otra parte. Era el título de un libro del escritor checo Milán Kundera y que era utilizada o así yo lo interpretaba a que en dictadura todo el ambiente era tan gris y opaco que había que puro salir del país para poder volver a vivir.
Durante esos años ochenta sin embargo fue otro libro que se puso de moda del mismo escritor: La insoportable levedad del ser. Publicada la novela el año 1984 fue fuente importantísima de placer, emoción y estimulante reflexión en su momento. Además, acuñaron en mi inconsciente el término levedad y kitsch para siempre.
Casi 34 años después retomé nuevamente con un entusiasmo casi adolescente la lectura de esta novela que me había seducido en mi juventud. A medida que me fui sumergiendo en sus paginas nuevamente, fui descubriendo ciertas lecturas que estoy seguro que en mis veinte años no visualice, y no vi ni por asomo, y que se traducen entre otras cosas en poder explicarme las motivaciones que tiene el comportamiento del protagonista (Tomás), quien esta cruzado a lo largo de la novela por todo tipo de dudas, tanto de índole moral; qué es lo bueno?, qué es lo malo?, y por otras mucho más concretas que van en relación por una parte a la vida que lleva de pareja tanto en el aspecto amoroso cómo sexual y donde brota con fuerza la presencia o ausencia según sea el caso, de la pasión como un elemento y aspecto central y de la mayor de las importancias y por otra parte la situación de cambio que involucra además su ámbito laboral. Recordemos que Tomás siendo médico termina limpiando vidrios por las casas de Praga, todo esto producto del clima opresivo de la dictadura comunista checa.
Lo que subyace en ambas situaciones, tanto en su relación de pareja cómo en su vida laboral, y que atraviesa la novela de manera notable, es la búsqueda permanente del hombre por algo o alguien que le de un sentido a su vida, el famoso viaje iniciático, el comienzo de una nueva aventura (que muchas veces puede transformarse también en un eterno retorno al punto de partida) para deshacernos de nuestra vida pasada y de todos aquellos comportamientos y acciones que obstaculizan nuestra felicidad.
Así por una parte cerramos un ciclo o una etapa, y nos preparamos para comenzar otra y creemos que esta vez lo haremos en forma diferente, pero lo que muchas veces no sabemos y ni siquiera intuimos es que ese comienzo es simplemente más de lo mismo, pues la esencia del ser humano sigue estando intacta, no cambia básicamente.
Todo esto traspasado además por miles de dudas existenciales del protagonista donde todo a su alrededor se va tornando banal, superfluo, e incluso nosotros mismos no vamos llenando de una levedad (o pesadez) que a ratos se vuelve "insoportable", mientras, por supuesto la vida trascurre ajena a todas estas disquisiciones, indiferente a la pregunta fundamental del ser humano: ¿quiénes somos realmente?
Mañana, lunes 04 de julio se da por cerrado el proceso constituyente y la Convención Constitucional realizará su última sesión antes de presentar el borrador de la nueva Constitución para su ratificación o rechazo en el plebiscito de salida del 04 de septiembre. Esta vez la vida la no está en otra parte esta acá en nuestro país y va ser labor de cada uno de nosotros actuar en consecuencia dejando de lado cualquier atisbo de levedad en nuestra decisión.

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