31 MINUTOS EN PANDEMIA

17 0 0
                                    


31 MINUTOS EN PANDEMIA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

31 MINUTOS EN PANDEMIA

El domingo pasado se publicó una estupenda entrevista hecha por Daniel Hopenhayn a Álvaro Díaz en La Tercera, quién recordemos fue junto a Pedro Peirano el creador el año 2003 de ese extraordinario, divertido e irónico programa de marionetas llamado 31 Minutos, y que para mucha gente adulta, me incluyo por cierto, sirvió como una buena excusa para acercarse a contenidos supuestamente infantiles, pero que tenía una mirada fresca, humorística, y aguda de lo que estaba pasando en el país.

La entrevista es ante todo un ajuste de cuentas con el mundo post dictadura. Y a todo eso que llamamos transición, y a el nuevo deporte nacional que es el bombardearla. Díaz habla particularmente de toda esa generación que supuestamente se benefició de ella y que la ubica yendo al Liguria, a la Yein Fonda, y leyendo The Clinic cómo referencia. Pero, además se hace cargo también del proceso de farandulización de la política, cuyas puntas de lanza serían Pamela Jiles en el congreso y Julio Cesar Rodríguez en los medios; de la obscenidad de algunos por escalar socialmente durante ese periodo; y del estallido social y toda la destrucción del espacio público que conllevó. También habla de la hipocresía y de la falta de discreción de miembros de la concertación que ahora rasgan vestiduras y critican a las élites diciéndoles:" Perdona, pero estás en el 5% más rico, lo has pasado increíble y el movimiento también es contra ti." Y también es capaz de defender su lugar político: "En la política no soy nadie, pero me siento parte de un mundo, llámale laguismo, que se cae por los cuatro costados pero es el mío, con el que comparto valores o ideas básicas." Finalmente critica a los nuevos poseedores de la verdad: "O sea, este mundo que se quiere echar abajo no se construyó tan fácilmente. Y la gente que ha liderado este coro ni siquiera aspira a reconstruirlo de otra manera".

Me gustaron muchas cosas de esta entrevista. Comparto de entrada su mirada. Pero más allá de eso, que siempre es discutible, me pareció un testimonio honesto, hecho de manera respetuosa, sin descalificaciones, solo dicho desde su vereda de observador atento, pero con autocritica y siendo capaz de mostrar las luces y sombras de los años 90 y 2000, y reconociéndose cómo parte de esa historia.

Todo éste conflicto generacional me hizo recordar un hermoso documental llamado "Actores Secundarios" hecho por Pachi Bustos y Jorge Leiva el año 2004 que pasa revista sobre el movimiento estudiantil secundario y su rol durante la dictadura y sobre la épica que tuvo ese movimiento y cómo y se perdió -para algunos- con la llegada de la democracia, incluso con la sensación de fracaso a pesar de haber ganado el No. Uno de los protagonistas del documental, sin embargo dice casi 20 años después cuando lo entrevistan: "a mí me enorgullece, de la generación de la cual participé cómo la humildad de haber hecho lo que haber hecho y después irse para la casa". No puedo estar más de acuerdo. La mayoría de mi generación que peleamos contra la dictadura hizo lo que tenía que hacer y luego se fue a la casa, sin esperar favores políticos ni nada parecido. Después nos dedicamos a trabajar, a hacer familia, a ser padres y encontrarle sentido a la vida, entre otras cosas, pero sin perder de vista lo que sucedía en el país.

Mis amigos me molestan porque coqueteo con Briones. Creo que es un candidato serio y preparado. Y que valora el hacer política. Y que por contraste hace palidecer al resto de los presidenciables. Sin embargo sé que es una mirada inicial. Pero, en la elección de este fin de semana tengo claro mi corazón. No me pierdo. En cierta forma la entrevista de Díaz me ayudo a reconstruir cierta épica que creía perdida en mí, a revindicar el lugar político en el cual me situó, a defender esos noventa, con todos sus errores y omisiones, pero también con sus aciertos, cómo la disminución de la pobreza de un 40% a un 13%, o con un metro de 30 estaciones a uno de más de 130, y a congraciarme con mi generación- esa que estuvo en la calles en los tiempos duros - y con lo construido todo este tiempo. 

RELATOS DE CUARENTENADonde viven las historias. Descúbrelo ahora