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POLÍTICA EN PANDEMIA
En tiempos donde nadie escucha a nadie En tiempos donde todos contra todos En tiempos egoístas y mezquinos En tiempos donde siempre estamos solos
Fito Páez. Al lado del camino
Este fin de semana de no mediar las terroríficas cifras de contagio y la cuarentena subyacente los chilenos y las chilenas mayores de 18 años hubiésemos podido concurrir a votar por concejales, alcaldes, gobernadores y constituyentes. En otras palabras, hubiéramos ido a elegir a los líderes que nos representarán en esas diversas instancias. Ya hemos visto cómo la pandemia ha ido modificando el escenario político por lo que me pregunto entonces: ¿cuánto beneficio traerá esta postergación de las elecciones? O dicho de otro modo, ¿de qué hablamos cuando hablamos de votar?
A partir de los episodios de la doctora Siches, o del exabrupto verbal del presidente de la DC diputado Chahín quién salió diciendo que "había que salir a golpear con todo al gobierno", o el conato verbal entre los honorables Jiles y Schalper, donde la diputada trato de "candado chino" y "poco hombrecito" al diputado, todas estas digresiones verbales ¿servirán de algo para revalorizar el poder del lenguaje y de las palabras? En modo optimista pienso que sí. Creo que la mayoría de la gente está aburrida de descalificaciones y agresiones verbales. Son tiempos tan "chatos", ocupando una expresión de mi hijo que se urge retomar el diálogo. Pero, para eso se necesitan líderes que estén a la altura del desafío. A un líder -en cualquier ámbito- se le pide justamente que sepa hablar, pero sobre todo que sepa escuchar. Un líder no puede ser indiferente al poder de sus palabras. Rafael Echeverria dice:"los seres humanos actuamos a través del lenguaje y al hacerlo transformamos el mundo". En ese sentido el lenguaje no es inocente.
La detención de otro honorable, el diputado Flor Alarcón al conducir sin documentos y sin permiso saltándose las leyes que él se supone encarna es otro ejemplo de esa estupidez que abunda en nuestros representantes y de la falta de liderazgo en la escena pública. ¿Qué le pido entre otras cosas a un líder?: que me de confianza, o sea que tenga cierta congruencia entre lo que dice y hace, y que además sea competente en su desempeño, (que sepa lo que hace). Él se excusó diciendo que había sido una "pajaroneria". Vaya.
En un mundo paralelo, pero muchísimo más real está la entrevista que le hace Iván Valenzuela al doctor Glenn Hernández. Pareciera que bastó media hora de conversación para devolvernos la confianza en el ser humano. Es, en su empatía, en la generosidad que muestra el doctor con sus pacientes, pero sobre todo en la forma cariñosa y preocupada que habla de su equipo, no solo de sus colegas, sino de los tens, de las enfermeras, de los kinesiólogos donde pareciera que no todo está perdido. A pesar de su cruda mirada y el cansancio que reflejan sus palabras hay un líder creando un propósito, hay un líder creando a pesar de las vicisitudes un clima alentador, haciendo sentir que las personas están en el centro de las cosas y no en la periferia.
Pues bien volviendo a mis preguntas iniciales creo que la postergación de las elecciones va ser bueno para el país. Está tan enrarecido el ambiente político y tan huérfano de debates constructivos y liderazgos que mi sensación es que al haber más tiempo puede existir una mayor oportunidad para que aquellos candidatos y candidatas más desconocidos tengan la posibilidad de seguir presentando sus propuestas e ideas, pero también es una nueva oportunidad para que revaloricemos el poder de nuestro voto, nos informemos debidamente y así en el momento de ir a votar depositemos nuestra confianza en los mejores ciudadanos y ciudadanas, pensando en cuales son los atributos deseables y necesarios para cada una de esos puestos y dejando de lado otras consideraciones, cómo su niveles de faranduleria o en cuantas teleseries apareció o que te haga creer que es tu abuela.
