PIRATAS EN PANDEMIA

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PIRATAS EN PANDEMIA

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PIRATAS EN PANDEMIA

De niño recuerdo la frase: "Llegó Charqui a Coquimbo", ¿la habían escuchado? La leí en algún libro de historia de Chile en el colegio y se refería a la asonada que hizo el bucanero y corsario ingles Bartolomé Sharp (de ahí lo de charqui) donde atacó y saqueó el sector de la Herradura y La Serena en 1680 y que es la primera incursión de piratería en Chile documentada. Por lo mismo la frase se empezó a utilizar para referirse a la llegada de visitas imprevistas y desconcertantes y a una cierta debacle.

Me acordé de esto a raíz de que estuve almorzando a un costado del mercado central de Coquimbo, en plena costanera a un lado de la bahía. Y es precisamente de ahí de donde vi surgir muchos barcos con sus respectivas banderas inglesas y holandesas y con tripulaciones que recreaban magníficamente los galeones y las vestimentas piratas que asolaron estas costas. La verdad es que todo este despliegue visual, con combates, cañonazos y abordajes en el mar me sorprendió gratamente. La ciudad aprovechando que en sus costas desembarcaron destacados piratas, tales como Sir Francis Drake (1579), el propio Sharp y Edward Davis (1686), quienes sembraron el terror y el pánico en la población costeña ha desarrollado un creativo turismo pirata. Sin duda es lo más interesante que tiene Coquimbo puesto que lo que vi como ciudad, aparte de un ostentoso edificio de la alcaldía, dejaba harto que desear. Me había anoticiado de un sector llamado barrio inglés, pero fue un fiasco y corría igual suerte que el plan de Valparaíso, o sea suciedad, abandono, pobreza, inseguridad.

El mundo pirata no me es ajeno. Cerca de los 12 años llegaron a mí poder 3 libros magníficamente ilustrados y de tapas enchapadas en cobre con las aventuras del Corsario Negro y Sandokan (1883), el famoso tigre de la Malasia, personajes creados por el escritor italiano Emilio Salgari y que simplemente hicieron las delicias de mi niñez y sembraron en mí el amor por la lectura. En ellos se relata la aventura del Señor de Ventimiglia, más conocido como el Corsario Negro, quien ha jurado una terrible venganza por la muerte de sus hermanos (el Corsario Rojo y el Corsario Verde) a manos del gobernador de Maracaibo, el flamenco Van Guld. Y en su cruzada personal, el destino pone en su camino los ojos grises de una mujer de innegable belleza que será su perdición... por otra parte estaba la historia de Sandokán, un rey de Borneo que ha jurado vengarse de los británicos, pues ellos lo despojaron de su trono y asesinaron a su familia. Por ello se dedica a la piratería, para lo que cuenta con una tripulación sumamente aguerrida y leal.

Y si de tripulación leales se trata, ninguna como la que tiene el afortunado Jack, el capitán del Surprise, que en plena guerra napoleónica surca los mares con bandera inglesa y se tiene que enfrentar al buque corsario francés Acheron, en la estupenda película Capitán de mar y tierra: la costa más lejana del mundo, protagonizada por Russell Crowe.

Por ultimo cuando estuve de vacaciones en Florianópolis, particularmente en Canasvieras con mi hijo, esto fue pre pandemia, también existía un turismo pirata. En aquella ocasión tomamos el barco de nada menos que del temible Barbanegra, el más crack de todos los piratas que han existido cuya cabeza terminó decapitada colgando del más alto mástil de un barco inglés, nos adentramos en las costas de atlántico sur, con una tripulación sumamente animada, delfines a nuestro alrededor, chapuzones desde la proa del barco al mar, fortalezas semidestruidas a la distancia y muchas caipiriñas en mi caso para soportar el calor.

Es verdad de que en todo lo que les he relatado se desliza un cierto hálito novelesco de los piratas y sus aventuras que efectivamente cruza generaciones, estimulada entre otras cosas por el cine y la literatura esencialmente, pero no hay que olvidar que hoy en día el sostenido aumento de los asaltos a barcos, especialmente frente las costas africanas, se ha convertido en un verdadero terrorismo marítimo, nada más alejado de la imagen romántica de los piratas algo que se hace necesario comentar también para huir de la simplicidad de los mitos.

Mientras tanto 343 años después, otro "charqui" ha llegado ahora a Valparaiso, saque ud sus conclusiones.

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