SEPARACIONES EN PANDEMIA
"A la mitad de la noche, en una casa obscura, en alguna parte del mundo"
Durante esta pandemia conocí el caso de 2 quiebres en relaciones matrimoniales. Una con hijos y otra sin hijos. Probablemente el confinamiento ayudó. Agudizó conflictos que se venían arrastrando desde hace un tiempo. Nada de esto sucede de la noche a la mañana.
Las rupturas en los matrimonios tienen un elemento de dolor muy profundo, independiente de las razones que lleven a ese quiebre. Me puse a pensar en eso a raíz de mi propia experiencia gatillado por las sensaciones que me dejó la excelente serie de HBO "Escenas de un matrimonio", que está basada en la mini serie del año 1973 dirigida ni más ni menos que por el cineasta sueco Ingmar Bergman, llamada también igual.
Esta es la historia de una pareja que llevan juntos unos 10 años, protagonizada por la estupenda y sólida Jessica Chastain (Mira) y el querible Oscar Isaac (Jonathan), que están enfrentando el desgaste y la rutina de su relación. Además, están lidiando con los desafíos mayúsculos de ser padres. La baja del deseo sexual. La desigualdad de ingresos que se ha producido entre ellos. Y la búsqueda o postergación del desarrollo profesional. Entre otras cosas.
A lo largo de 5 capítulos, todos de excelente factura y muy buenas actuaciones vemos el transcurrir de éste matrimonio en una sucesión de imágenes, diálogos y silencios que van dejando entre otras cosas, muchas interrogantes al pasar. ¿Es un fracaso el separarse? ¿Se acaban los afectos por el otro con una separación? ¿La estabilidad y la búsqueda de felicidad son 2 antagónicos cuando se está en pareja? ¿Cuántas, aparentes contradicciones podemos tener en nuestro actuar cuando estamos enfrentados a decisiones y disyuntivas emocionales de estos calados? ¿Es posible que se acabe el amor y se mantenga el deseo?
Una de las cosas – aparentemente obvias, pero no tanto – que aprendí de las separaciones es que en una pareja hay diferentes niveles de relación y de las cuales no necesariamente tú te quieras apartar de todos. En teoría, la principal razón de alejarse de una persona es que ya no sientes lo mismo por ella (él). Sin embargo, pueden existir otros ámbitos en los cuales perfectamente podrías seguir funcionando, por ejemplo, como familia. Ni que decir en el rol de padres y ese vínculo diario, cotidiano, que se establece con los hijos y que inevitablemente también se va a perder. Incluso como pareja en determinadas situaciones, particularmente sociales, que ameritan la interacción con otros se puede marchar muy acopladamente. Y por último están aquellos lazos invisibles y tenues que se forman en torno al hogar, a la casa y todo su decorado en la cual ha trascurrido esa historia y que puede tornarse muy penoso de tener también que desarmar. Lo heavy de todo esto es que cuando llega el momento de alejarse el "combo" es total. Todo está incluido. Especialmente para el que da el paso al costado.
En alguna escena él le dice a ella que 3 son las fuentes de más tensión en el ser humano: las separaciones, las mudanzas y la muerte de un ser querido. No pude estar más de acuerdo.
Pero, lo otro –también, aparentemente obvio – y que muestra con maestría esta serie es cómo, los sentimientos de los protagonistas, los puntos de vista, sus miedos, sus decisiones, sus inseguridades, sus propias historias personales que arrastran cómo mochilas hace que finalmente todo se convierta en un salto al vacío, una verdadera apuesta a ciegas, donde las razones de uno y las razones de otro adquieren una absoluta y total validez.
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RELATOS DE CUARENTENA
No FicciónColumna de opinión sobre diversos tópicos, libros, política, cine, tv, personajes, memoria etc