LIBERTAD Y PANDEMIA

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LIBERTAD Y PANDEMIA

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LIBERTAD Y PANDEMIA

"Debido a que no sabemos cuándo moriremos, pensamos en la vida como un pozo inagotable. Sin embargo, todo pasa sólo un cierto número de veces y, en realidad, muy pocas. ¿Cuántas veces más recordarás una tarde de la niñez, una tarde que se volvió una parte tan profunda de tu ser, que no concibes la vida sin ella? Tal vez cuatro o cinco veces más. Tal vez ni siquiera eso. ¿Cuántas veces más verás salir la luna llena? Tal vez veinte. Sin embargo, todo parece ilimitado."

La cita anterior corresponde al libro El cielo protector (1949), de Paul Bowles y estuvo danzando en mi cabeza esta semana mientras pensaba sobre lo efímera de tantas cosas (libertad, tranquilidad, trabajo) que muchas veces damos por establecidas hasta que en un fugaz instante desaparecen ante nuestros sorprendidos ojos o incluso podemos ser nosotros los que desaparezcamos con ellas.

¿Alguien se podía haber imaginado por ejemplo que por un virus infame casi toda la humanidad iba a tener que refugiarse en sus casas y no salir por orden estatal por mucho tiempo y que íbamos a tener que seguir usando molestas mascarillas hasta el día de hoy?

Tengo un conocido que producto de trágicas circunstancias y malas decisiones está actualmente preso y con terribles consecuencias además para su entorno cercano. Me cuesta imaginar un escenario más horrible que la cárcel.

En mi columna pasada puse la atención en lo que significa perder la libertad de expresión. La posibilidad de poder decir lo que queramos sin represalias de ningún tipo nos parece muy natural. Sin embargo poder expresarse libremente es toda una anormalidad en lo que es la historia de la humanidad. Desde la condena a Sócrates en la antigua Grecia pasando por la inquisición, la revolución francesa hasta las actuales dictaduras el poder decir lo que queramos sin ser censurado, sancionado, castigado, tomado prisionero o ejecutado por ello ha sido una excepción. La regla ha sido acallar. Siempre bajo el mismo argumento: porque ofende o pone en peligro.

Lo mismo me entero está sucediendo con la democracia, en los términos que la entiendo. Hay un avance de gobiernos autócratas (donde el poder se concentra en una sola figura con pocas o nulas restricciones) y donde el gobernante de turno va ganando en las urnas, una y otra vez haciendo imposible a la oposición conseguir el poder. El 70% de la población mundial no vive actualmente en una democracia plena (China, Arabia Saudita, Venezuela, India, Cuba, Turquía, Rusia, Hungría por señalar algunos ejemplos). Así lo reseña el informe sobre democracia de este año del Instituto Varieties of Democracy (V-Dem) de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia. El mismo informe señala que: "las cifras más altas de democracia mundial se remontan a 2012, cuando había 42 democracias liberales en el mundo. En 2021 esa cifra cayó a 34, lo que significa que solo un 13% de la población mundial vive en una democracia".

Me acordé finalmente de la novela Los restos del día del escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro al ver la caída de la exministra de Desarrollo Social, Jeanette Vega esta semana. En ese libro lord Darlington es un caballero ingles que vive a fines de los años 30 en una grandiosa mansión encabezada por su fiel mayordomo Stevens en donde se dedica además de la caza y otras actividades mundanas a realizar grandes cenas con personajes influyentes con el fin de mitigar algunos aspectos del Tratado de Versalles que, tras la Gran Guerra, oprimía en exceso a la derrotada Alemania. En una de esas cenas es invitado un senador norteamericano quien al ver la candidez y el amateurismo con la cual estos personajes se comportan y tratan a los alemanes brinda con su copa en alto, ante el fastidio de los presentes por que la política la hagan "los políticos profesionales" y no los amateurs, por muy bien intencionados que estos sean.

No dar por sentado nada, tener conciencia de lo que tenemos y atesorarlo, custodiar y proteger las libertades alcanzadas, volver a confiar nuevamente en la política y en aquellas personas más capaces, cuidar la democracia robusteciéndola y no debilitándola tal vez sean unos buenos recordatorios para iniciar esta semana tan decisiva para los destinos de nuestro país.

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