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ZONA DE CONFORT EN CUARENTENA
Leo una entrevista en el diario al chef Rodolfo Guzmán, dueño del mundialmente premiado restaurante santiaguino Boragó (que lleva, señala seis meses cerrado) donde recomienda salir de la zona de confort y promociona sin vergüenza su nuevo emprendimiento: hamburguesas.
Estoy absolutamente de acuerdo con él.
Así como pienso que es mejor la presencia de un maestro para ampliar tus posibilidades de crecimiento, también creo necesario salir de tu zona de confort para poder aumentar tus posibilidades en la vida. Y llamo zona de confort a todos aquellos lugares o personas o sensaciones que te son familiares y de las cuales uno se ha acostumbrado, porque básicamente se siente cómodo(a) en ellos (as) pues tenemos un cierto control y un cierto dominio.
La desventaja que puede tener querer mantenerse siempre dentro de la zona de confort es que podemos dejar pasar interesantes posibilidades que nos ofrece la vida por el temor que pueden dar, pues justamente esas cosas nuevas son desconocidas, son dudosas, a veces poco claras, y pueden producir grados variables de incertidumbre y desconcierto.
Y para que estamos con cuentos, la incertidumbre produce inseguridad, vértigo, ansiedad, emociones que ha simple vista tal vez no deseamos en nuestra vidas pero que curiosamente con esta pandemia hemos podido experimentar frecuentemente en muchos ámbitos. Tal vez solo deseamos una vida tranquila, sin grandes sobresaltos, una existencia apacible rodeada de gente que nos quiera y respete, de tareas en las cuales ya tenemos control absoluto de cómo se hacen; de lugares en los cuales podemos andar casi a ciegas. Por supuesto, nada de lo cual avergonzarse.
Sin embargo, y aquí esta lo interesante, al salir de tu zona de confort y efectuar algún salto por mínimo que éste sea, alejándonos de ella, muchas veces vemos que lo que nos intimidaba no era más que un temor infundado, anclado en creencias antiguas que arrastrábamos cómo muletillas en nuestra vida ("no soy bueno para esto; yo nunca podré..."etc.) sumado a ciertas expectativas de resultados preferentemente catastróficos. Y lo que sucede es que luego de tomada la decisión y echa la acción vemos que se abren posibilidades insospechadas y que todo incluso puede ser para mejor.
Un ejemplo: has deseado siempre aprender a bailar tango. La creencia es: "no soy lo suficientemente buena(o) para bailar". Hasta que tomas la decisión de aprender a bailar tango, que es el primer gran paso. Recuerda que primero siempre está la decisión, y luego está la solución. A continuación entonces buscas el lugar y buscas al maestro que te enseñará. Y comienzas. Inicialmente tendrás un periodo de incomodidad, que es el periodo en que estas aprendiendo, pero al cabo de un tiempo variable lograrás tu meta y habrás avanzado en tu crecimiento.
Y paralelamente que has incorporado esto nuevo a tu vida, vendrá una sensación de orgullo por haber ido un poco más allá y un reforzamiento en la autoestima y en la seguridad, al comprobar que aquello en lo cual pensabas no ser capaz ves que lo puedes hacer, ampliando tus posibilidades como ser humano, y de pasada actualizándote y evolucionando.
Y así en cualquier ámbito.
Como en todo desafío humano son necesarios algunos otros requisitos además de la decisión. Se necesita empeño y ganas. También se necesita práctica. Practicar incluso con cosas pequeñas, desde cambiar el sabor de tu helado favorito, el recorrido que siempre haces en auto a tu trabajo, a darte la oportunidad de tirarte en canopy o tomar ese curso de cocina que tanto quieres. Todo vale. Y por supuesto su dosis de coraje, pues a veces para salir de la zona de confort se necesita ser valiente, ya que posiblemente se pase por situaciones difíciles, donde nos invada a veces el desánimo, la frustración o la soledad y ahí probablemente también se necesite su buena dosis de cariño para con uno, para no tratarse tan mal, pues finalmente se trata de que te estas atreviendo a hacer cosas que tal vez jamás pensaste que serias capaz de hacer.
Nada mal, ¿no?
Ahora,¡ voy por mi hamburguesa de siete tenedores!.
