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PRIMARIAS EN PANDEMIA
Por primera vez iré a votar por la derecha. A pesar de las barras bravas. A pesar del posible bullying de algunos amigos de mi generación y cercanos. Hoy domingo iré a participar en las primarias y votaré por Ignacio Briones. Me encanta poder ejercer este ejercicio de libertad democrática. Creo que me lo he ganado. Cruzar a la vereda del frente. Ideológica y culturalmente siempre me he situado en la centro izquierda, pero en estas primarias y al no tener un candidato de mi sector que me represente políticamente en la papeleta he decidido en una maniobra expuesta saltar al otro lado del espectro político en el cual he estado los últimos 35 años. Y así aportar con mi voto al candidato más preparado intelectual y políticamente que necesita una centro derecha moderna, liberal, dialogante, respetuosa de los derechos humanos, para este nuevo ciclo histórico que está comenzando el país. Que él tenga por formación además, y esto me agrada mucho, otra matriz, ya no la típica estadounidense, sino más bien europea, significa simplemente otro tipo de mirada, entre cosas respecto por ejemplo al rol del estado. Además es un candidato no contaminado por el gobierno militar (como Lavín) y con excelentes capacidades técnicas. Y que además ha aportado a la campaña frescura, soltura, apertura, ideas nuevas, tolerancia, bastante carácter, y sobre todo: capacidad de diálogo y un absoluto compromiso con la democracia en su propuesta. Para mí, Briones ha mostrado eso, pero además ha mostrado un camino de posibilidades, de mayor libertad, de épica y sueños para solucionar los problemas de la modernidad que no veía hace rato.
Paradójicamente, dado sus paupérrimos resultados electorales, en esta pasada la derecha tiene también otro candidato bien aspectado, atractivo y potente como es Sichel, pero el cual no cuenta lamentablemente con un partido político detrás que lo respalde y eso le juega en contra, por lo que me quedo de todas maneras con Briones para poder encabezar la modernidad de ese sector, aunque las encuestas no lo favorezcan.
Y mientras tanto, ¿qué sucede con la centro izquierda?
Sinceramente me encantaría que en la centro izquierda emergieran liderazgos así. Ya no tan anclados a lo que fue la Concertación, pero que no se avergüencen de ese pasado, como les ha sucedido a muchos. Con propuestas de futuro, sin ambigüedades respecto al uso de la violencia en democracia, que convoquen y no dividan, que no le tenga temor al diálogo y vayan de frente. Aún estoy a la espera...
Por eso, mientras no exista un liderazgo a la altura, mientras no exista nuevamente una centro izquierda modernizadora, liberal, socialdemócrata, orgullosa de la obra de los gobiernos de la Concertación de los cuales participó, y que sean consciente de los defectos y errores que se cometieron, para no volver a repetirlos. Pero, sobre todo mientras no exista una centro izquierda que no se deje derrotar tan fácilmente en el terreno de las ideas, como ha sucedido hasta ahora, frente al discurso Frente-Amplista, siempre tan lleno de incomodidad e inconformismo con lo hecho (y creyendo que están inventando la rueda) y ni qué decir del discurso oportunista y patudo, pero sobre todo reñido con los grandes principios de la libertad y de los derechos del hombre de los comunistas, me declaro en estado de reflexión para las presidenciales de noviembre.
Así que mientras tanto, en estas primarias en pandemia fase 3, cruzaré la línea y votaré simplemente por el mejor candidato que hay: Ignacio Briones.
