Advertencias

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Este capítulo es más que nada charlas que serán muy importantes en la trama. Esten atentos en los detalles escondidos 💖








Un día más en el palacio había empezado. Era temprano y como siempre los sirvientes se movían para tener limpias todas las habitaciones y atender con extrema atención a sus superiores. Ya todos estaban listos para continuar con sus tareas correspondientes.

Inu Kimi, la lideresa del gran clan de los perro demonio de la luna, era la responsable de supervisar todas las peticiones de aquellos que querían salir del palacio, pues de esa manera evitaban que algún ser indeseable informara a los Lores que un matrimonio entre Sesshomaru, su primogénito, y la humana Rin estaba siendo discutido por el casi sagrado consejo del clan, que entre ellos y las grandes familias eran llamados como la rama principal o el clan principal.

Ahora la diosa perro leía con atención una carta en la que se le daba indicaciones a un soldado de puesto muy importante sobre detalles que no tenían que ver con el oficio. Dejó de leer la carta para mirar al inuyokai que estaba arrodillado frente a ella. Seiwa, el segundo hijo del Lord del Norte, Toba. Él intentaba no mirarla a los ojos, su incomodidad y nervios eran evidentes y el rubor de sus mejillas también.

- Entonces... ¿Debo suponer que estos obsequios que quieres que tu soldado mande van dirigidos a una noble de nuestra raza que vive en las montañas del norte? - cuestionaba con seriedad pero dentro de ella la situación la entretenía lo suficiente.

Seiwa estaba nervioso, demasiado. Pedía en su mente a gritos que Inu Kimi no leyera la segunda carta. La carta que había escrito para Kano.

Después de leer la carta que le escribió la mujer humana para él, Seiwa no quiso dejarlo así. Quería expresarle muchas más cosas que no pudo cuando estuvo con ella aquellos días. Quería seguir viéndola pero no era posible, así que al menos podría escribirle. No era común para él hacer ese tipo de cosas. En lo absoluto, jamás se imaginó haciendo cosas así y mucho menos por una mujer humana pero simplemente no podía evitarlo, estaba dispuesto a hacer mucho más que eso. Por eso escribió otra carta donde le pedía a Goro, su fiel general, que lo ayudara. Sabía muy bien la fidelidad de Goro hacía él, jamás diría una sola palabra a su madre, hermano y mucho menos a su padre. Ellos nunca lo entenderían.

La carta que ahora leía Inu Kimi era la que le escribió a Goro dandole indicaciones de dónde estaba el pueblo de la anciana Tamane, los regalos que quería que consiguiera para Kano y cómo debía de entregarle la carta solo a Kano. Sabía que si lo dejaba con los demás regalos Tamane o Kazuki serían los primeros en encontrarla.

- S...sí... - respondió con nerviosismo en la voz.

Irasue lo miró sin estar convencida de su respuesta. Hace un mes ese mocoso se había peleado a muerte con Sesshomaru por Rin ¿Ahora se supone que está cortejando a otra mujer? Sin duda los hombres de su clan eran un caso perdido. Solo Tōga, su gran amigo, fue diferente al resto.

Irasue vio con mas atención el gesto del príncipe. Notó que vacilaba demasiado. ¿Realmente esos regalos iban para una noble de las familias de su clan? Su inseguridad evidente no era lo único que la hacía dudar... él desapareció por un mes ¿Dónde estuvo todo ese tiempo? Regresó con una apariencia de campesino. ¿Por qué haría algo como eso? A menos que realmente haya estado con campesinos... En solo cuestión de segundos Irasue conectó todo en su mente. No podía ser verdad. ¿Acaso este baboso se había prendido de una humana del campo? ¡¿Del campo?! ¿Qué tan bajo quieren que su raza llegue?

Esto era hasta insultante.

- ¿Me das tu palabra? - preguntó la demonesa con frialdad. Seiwa recién reaccionó.

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora