Confesiones

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Era de noche, Sesshomaru llevaba cinco días sin aparecer, Rin realmente se sentía afectada por esto. Fue lo suficientemente ilusa para pensar que alguien como el Señor Sesshomaru se había enamorado de ella. No lo entendía, no entendía porqué se alejó de esa manera ¿Será que solo quería alejarse de los humanos? o ¿Se dio cuenta de sus sentimientos por él y para no ilusionarla se alejó? El Señor Sesshomaru era lo suficientemente amable para hacer eso.  Suspiró con desilusión. Ya era muy tarde en la noche y parecía que el Señor Sesshomaru tampoco llegaría a dormir. 

- ¿Rin? - la voz de Kazuki la distrajo de sus pensamientos, él acababa de entrar a la cabaña. Rin lo recibió con una leve sonrisa. 

- Buenas noches Kazuki. La señora Kano acaba de regresar a su cabaña - le informó creyendo que él estaba ahí buscando a su madre. Kazuki rió nervioso. 

- Sí, acabo de hablar con ella. En realidad vine porque quería hablar contigo, Rin. - confesó. Rin lo miró algo sorprendida. - Pero, quisiera que fuera a solas... - dijo mientras miraba a Jaken. - Hay un sitio al que quisiera que me acompañaras, ahí podemos hablar. - propuso. Rin lo miró con algo de preocupación. La idea de estar sola con un chico le daba mucha desconfianza. No pudo evitar recordar lo que pasó con el príncipe Takemune. 

- Yo no creo... - respondía con inseguridad. 

- Será por poco tiempo. Si nos demoramos mucho Jaken puede venir a buscarte - ideó. Rin miró a Jaken. 

- ¿Haría eso Señor Jaken? - le preguntó con preocupación Rin. Jaken miró a Kazuki con desconfianza. 

- Más te vale no intentar nada mocoso o sufrirás el poder de mi báculo de dos cabezas - amenazó Jaken. 

- ¡Esta bien! - Kazuki le sonrió.


Rin siguió a Kazuki por el bosque hasta llegar a un árbol muy grande, el lugar era despejado y la luna se veía hermosa. Debajo del árbol había un tronco viejo. Ambos se sentaron ahí.  Rin estaba demasiado nerviosa y algo temerosa. 

- ¿De qué querías hablar Kazuki? - le preguntó amablemente. Kazuki inhaló aire como si buscara armarse de valor. Miró con determinación a Rin y la tomó de las manos. 

- Rin, partiré dentro de poco a un viaje. Llegaré para el día del festival. Sé que ya te estas recuperando así que es muy probable que te vayas antes de que regrese. Por eso quería confesarte mis sentimientos. Desde el primer día que te vi realmente me gustaste, poco tiempo fue suficiente para darme cuenta de que eres una gran mujer, por eso me enamoré de ti. - confesaba Kazuki con decisión en su rostro. Rin se quedó algo perpleja por esa repentina confesión. 

- Esto...yo..- no sabía que decir. No era la primera vez que rechazaba una propuesta pero siempre se sintió mal al hacerlo. Al ver su expresión de confusión Kazuki le sonrió y le soltó las manos. 

- No te preocupes, no tienes que responder. Sé muy bien que no soy correspondido - Decía con amabilidad en su voz, Rin casi suspira aliviada. - Solo que... antes de irme no quería mantener guardado este sentimiento. Aunque sé que no tendré respuesta, me alegra habértelo dicho. - Kazuki sonreía, Rin lo miraba algo sorprendida pero solo le atinó a sonreír de igual manera. 

- Es verdad... no puedo corresponder tus sentimientos... - decía con voz suave mientras pensaba en Sesshomaru pero la imagen de él rechazándola llegó a su mente. Empezó a sentirse triste. 

Kazuki tomó a Rin de la barbilla para que levantase la mirada, le seguía sonriendo de manera comprensiva. 

- Me tengo que ir Rin, pero hay una última cosa que quisiera hacer... - dijo acercándose a ella hasta dejarle un delicado beso en su mejilla. Esto la tomó desprevenida pero no lo tomó como algo malo.  Después de dejarle el beso, Kazuki le sonrió con amabilidad. Pero una gran figura apareció detrás de él. 

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora