Un año de primavera

Estrellas caídas

Advertencia: Capítulo largo, pueden tomarse su tiempo de leer. 

Y bueno, a avisar que con este capítulo comenzamos el final de la trama de esta historia. En los próximos ocho capítulos (algunos se dividirán en dos o tres partes) se resolverán todos los problemas de tooooda la historia. 

No más, llegamos al final, no me lo puedo creer. 

Haré algo de spoiler jaja. El último capítulo de estos ochos se titula "Vidas compartidas" y se podría decir que ahí termina la trama principal de la historia pero el fan fic no xd 

Osea que luego de ese capítulo se extenderá la historia del fic abarcando el nacimiento de las gemelas hasta que ellas cumplen seis años xd Ya había spoileado que este fan fic tiene happy ending separado a los eventos de Yashahime canónicos.    

Ahora sí, empecemos. 

Pasaron tres días, solo tres, desde que la princesa humana partió del palacio. 

Desde ese día, quien era la máxima autoridad, no solo en ese palacio, también en la región, príncipe no solo de los territorios del Oeste sino del clan de demonios más poderoso y puro del país... Lord Sesshomaru. Él... se había encerrado en su habitación desde entonces. Nadie se atrevía a molestarlo, nadie se atrevía a verlo. Bastaba solo pasar por la puerta de su gran habitación para sentir el peligro que significaba interrumpirlo. Era aterrador para algunos y triste para otros. Quedó más claro que nunca el tipo de relación que tenía con aquella humana que llegó al palacio fingiendo ser una protegida. La manera en que su ausencia dejaba al Lord no dejaba de sorprenderlos.

Ante su ausencia en sus labores el palacio casi quedó desamparado. Las tareas de los soldados y sirvientes habían sido interrumpidas, no habían comandantes encargados, no había nadie que se hiciera cargo del resto. Continuaron haciendo lo que pudieron como ya habían acostumbrado pero tantas cosas cambiaron que ya nada volvería a ser como antes. 

Fue la voz de la madre del Lord del palacio que movió a unos cuantos sirvientes a alistar todo para su partida. 

Irasue, lideresa de aquel poderoso clan de los perros de la luna, estaba preparada para regresar a su palacio en los cielos. Ya era hora de su partida, después de haberse mantenido como una espectadora de los acontecimientos en los últimos meses finalmente decidió regresar. Ella se encontraba en esos momentos sobre un gran y amplio balcón mirando la entrada del palacio donde los sirvientes y algunos soldados de la rama principal que quedaron aún preparaban los detalles de su despedida. Claro que... por más que intentaran lucir ese momento como algo a la altura de un noble... la situación era deplorable. Los jardineros intentaban arreglar el desastre que quedó luego que Sesshomaru descargara su poder en esa insignificante zona donde recibían y despedían a los foráneos. 

"Insignificante..." esa palabra resonó en la mente de la demonesa. 

Cuando era muy joven, casi una niña, muchas veces pasó tiempo en ese lugar con quién iba a ser su esposo, Tōga. Irasue decidió retirarse de ese balcón. Caminó por los pasadizos. Los sirvientes no estaban ahí, no se movían tan agitados como antes. De repente todo se sentía vacío en ese lugar. Irasue continuó su camino por los pasillos dirigiéndose a un lugar en específico. En cuanto más avanzaba más claro para ella era el contraste con el pasado, cuando visitaba ese palacio de vez en cuando por su esposo e hijo.