La carta de China

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Este primer capítulo de la post story se publicó en el segundo aniversario del fan fic. Muchas gracias por estar aquí. Este fic ya cumplió dos años.




Alcanzó a escuchar el cantar de algunas aves, su sueño estaba siendo interrumpido pero ya no importaba porque estaba cansada de dormir, necesitaba despertar.

Rin abrió lentamente sus ojos, lo primero que vislumbró fue el pecho desnudo de alguien. Se tomó algunos segundos en analizar lo que veía, levantó la mirada encontrándose con el divino rostro pálido de... su esposo... Rin parpapadeó dos veces como si quisiera asegurarse que estaba despierta, ya que lo que veía en ese momento... al Señor Sesshomaru durmiente... era completamente un sueño. Sonrió mientras sus mejillas se sonrojaban.

Su esposo...

Su esposo...

Finalmente estaban casados y...

Las mejillas de Rin se sonrojaron más al recordarlo.

Al fin se había entregado a él como su mujer. Después de tantos peros encima... al fin lo hizo y no podía arrepentirse, al contrario... No podía sentirse más dichosa en ese momento...

Juntó sus piernas un poco más, sintió una extraña incomodidad en su entrepierna, cierto dolor y tensión en sus caderas. Aún así, logró incoporarse hasta sentarse en el futón. Miró al rededor de la gran habitación. Era una habitación muy grande, miró el tatami, se sonrojó nuevamente al ver los atuendos en el suelo, desordenados. Rin volteó a ver los jardines atrás de ellos, estaba lleno de nieve de la nevada que comenzó la noche anterior. A pesar de lo nublado del invierno, el sol le indicaba que hace muchas horas atrás amaneció.

Tenía que comenzar con el día....

Miró a su esposo, él seguía recostado. Rin se cubría los pechos desnudos con el jubán grande del demonio, él también estaba desnudo, a penas lo cubría la estola. A diferencia de ella... él no se estaba cubriendo esa parte de abajo... Rin se sonrojó aún más. Acercó su mano libre al rostro de su esposo y acarició levemente sobre esas hermosas marcas rojas en su pálida mejilla. Como amaba cada detalle del rostro del Señor Sesshomaru...

Pensó en algo curioso que la hizo pensar con travesura. Ahora que estaban casados ¿Cómo lo llamaría? ¿Cómo le gustaría al señor Sesshomaru ser llamado?

"Mi señor, mi general, mi Lord..." había tantas maneras...

- Mi señor... - susurró suavemente mientras seguía acariciando esa pálida piel. - sé que está despierto... -

Tras escuchar esas palabras Sesshomaru finalmente se dignó en dejar de fingir. Abrió los ojos, sus orbes doradas se encontraron con la maravillosa figura y belleza de su esposa sentada, mirándolo, acariciando su mejilla, se cubría su cuerpo, eso intentaba pero aún podía ver sus hombros, sus caderas, sus piernas, bastante de ella.

¿Amanecería viendo a Rin así todos los días?

Era más que un paraíso.

Sesshomaru finalmente se incorporó también sentandose en el futón, movió levemente los cabellos blancos de su frente mientras Rin lo contemplaba aún avergonzada, él seguía desnudo. El daiyokai notó ese gesto avergonzado.

- ¿Qué ocurre? - cuestionó. Rin desvió la mirada.

- Bueno... - escucharlo la ponía nerviosa - Señor Sesshomaru... ya es muy tarde... el día ya empezó y... tenemos que hacer mucho... -

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora