En la aldea de la anciana Kaede...Por los cielos de esa mañana volaba, sobre el lomo de la Nekomata Kirara, el exterminador de demonios Kohaku. Atrás y sujetado de su cintura, con mucha felicidad de poder viajar con él, estaba la ex princesa Akiko. Los dos iban de visita a ver a la familia de Kohaku. Akiko quería visitar a Rin y contarle como iban sus días viviendo con Kohaku en la nueva aldea de exterminadores.
Luego de unos minutos ambos aterrizaron en medio de la aldea donde su familia vivía. Kohaku fue el primero en bajar para poder ayudar a su esposa. Una vez los dos estaban en el suelo Kirara volvió a su forma más pequeña, saltó a los brazos de Akiko para después saltar al hombro de Kohaku. Tanto Akiko como Kohaku se extrañaron de ver mucho movimiento en toda la aldea. Personas caminaban de un lado a otro claramente emocionados, inquietos y alegres. Todos parecían alistarse para algo. Kohaku empujó levemente de la espalda a Akiko para que ambos comenzaran a avanzar por el lugar.
- Parece que habrá una boda... - mencionó el exterminador al notar que estaban preparando la cabaña nupcial donde los aldeanos se cazaban normalmente.
- ¡Kohaku! ¡Akiko! - una señora apareció frente a ellos, se veía sorprendida y feliz de verlos. Ambos jóvenes sonrieron al verla. La mujer llevaba un plato con algunos postres muy simples dentro entre sus manos. - ¿Recién llegan? Bienvenidos de nuevo - los saludó emocionada la mujer de cabellos sujetos.
- Buenos días señora Yuko - la saludaron la joven pareja a la vez.
- Parece que todo está muy movido aquí. - mencionó Kohaku viendo con extrañeza como todos se preparaban para alguna celebración.
- Así es, es que todos estamos muy emocionados. - respondió - Chicos ¿Quieren un poco? Hice estos postres para la celebración de hoy - La mujer les mostró el plato ofreciéndoles los dulces.
- ¡Ah! muchas gracias - agradeció Akiko tomando uno de esos postres, Kohaku también tomó uno y lo mordió. Ambos sonrieron por lo rico que estaba.
- ¿Celebración? ¿Qué habrá hoy? - preguntó el exterminador mientras seguía comiendo. La mujer se sorprendió de la pregunta, al parecer ellos no habían sido notificados así que sonrió al ser la primera en contarles sobre el gran día.
- ¡Hoy es el matrimonio de Rin y Sora! - exclamó. Kohaku no se concentró mucho en la respuesta, el sabor de esos dulces tenían su atención. Estaban demasiado buenos. Tomó otro de los dulces y lo mordió. Estaban perfectos para comer a esa hora. El chico castaño sonrió cuando escuchó la palabra matrimonio.
- Que bueno, me alegro por ellos - dijo feliz. Miró a su esposa que comía feliz su postre. - Akiko, hay que darles nuestras felicitaciones - dijo, la joven chica asintió. Pero dos segundos después de pronunciar esas palabras ambos jóvenes dejaron de morder sus dulces y abrieron más sus ojos al entender los nombres que la mujer pronunció. ¿Las personas que se casarían eran...?Ambos tragaron con fuerza lo que tenían en la boca y voltearon a ver a la señora.
- ¡¿Qué?! - exclamaron los dos sin poder creerlo. Rin y sora.... ¡¿Iban a casarse?!
En el palacio del Oeste...
Heika estaba apoyado en una esquina de la habitación, pensando. Luego del anuncio de su renuncia, Sesshomaru les dijo que en una hora tendrían una reunión. ¿Qué tipo de reunión? ¿Para qué? El príncipe del Norte estaba ciertamente consternado. Todo lo que Sesshomaru hizo...
No podía creerlo. Sesshomaru era el príncipe de su clan. El que supuestamente continuaría con el legado de su pureza de sangre...
Y renunció al clan.
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Un año de primavera
RomanceSeis años han pasado desde que Rin y Sesshomaru se separaron para que ella pudiera elegir el camino que desee, continuar viviendo con humanos o finalmente regresar a sus viajes con el gran demonio. Sin embargo, Rin aún no ha tomado una decisión. Est...