Los amantes (parte 2)

1.6K 160 403
                                    







Pasaron cuatro años desde la derrota de Kimera. Habían logrado reducir a más de la mitad el poder que obtuvieron los clanes traidores. Ese día Seina logró que el clan de hombres pájaros, uno de los cinco clanes que se unieron a Kimera, lograra firmar un acuerdo que los sometía por completo. Si bien había sido considerada con las riquezas del clan, su método para que firmarán llegó a ser más que cruel. Pero eso no importaba ya que estaban teniendo éxito en lo que querían.

Por los constantes triunfos decidieron celebrar esa misma noche con una fiesta. Hubo comida y baile. Celebraron con muchos soldados por horas. Jun se encontraba en esos momentos frente a dos soldados que hacían una competencia para beber. Había apostado con Katashi quien ganaría de ellos. El soldado por el que apostó su amigo terminó ganando.

- ¡Gané! - la voz de Kenta y una celebración hizo que Jun volteara a donde Seina estaba jugando shōgi con sus amigos de siempre. A ella no le gustaba considerarlos sus amigos pero Jun estaba seguro que eso eran. Solo que ella lo seguía negando. Seina le sonreía a Kenta. Otra vez había perdido contra ellos pero siempre se veía tranquila y parecía divertirse. Jun sonrió de solo verla así, dejando de lado su presión de princesa. Una palmada en su espalda lo hizo reaccionar.

- ¿Qué esperas Jun? Esta vez Naoki va a participar - le informó Katashi. Jun volteó a ver a los dos soldados que beberían. Naoki era muy tranquilo, no creyó que él ganaría así que apostó al ganador anterior. Pero volvió a perder.

Seina sonreía mientras veía a Jun discutir sobre el dinero de la apuesta con Katashi. Él podía ser... encantador a su manera. La sonrisa de la demonesa pronto se borró de su rostro. Otra vez pensaba en lo mismo. En Jun. No importa cuanto tiempo pase. Los sentimientos que tenía por él no se borraban, solo se hacían más fuertes. Seina tuvo que salir del lugar. Necesitaba despejar su mente. Jun se percató que Seina salió del salón.

Ella caminó por los jardines aún pensando en sus sentimientos. Estaba segura que Jun sentía lo mismo por ella. Pero... eso no importaba. No podía estar con él. Jun era un híbrido, si la rama principal supiera que tuvo alguna relación romántica con él... sería excusa suficiente para que lo maten. Seina tocó levemente sus labios. Pasaron años desde ese beso pero las sensaciones de esa vez seguían tan presentes...

A veces solo quería que lo hiciera de nuevo, porque ella no se atrevía a hacerlo. El sonido de una tormenta hizo que los sentidos de la demonesa se pusieran alerta. Llovería pronto. No quería ensuciarse la ropa así que lo mejor era regresar.

- La luna se ve hermosa ¿No crees? - la voz de Jun la hizo voltear con cierta sorpresa ¿Cómo no se dio cuenta de su presencia? ¿Fue por la tormenta que estaba cerca? Lo mejor era evitar estar con él a solas.

- Va a llover pronto, regresemos adentro... - dijo mientras caminaba de regreso pero Jun la detuvo atrapando su mano cuando pasó cerca de él. Seina se preocupó por ese contacto. No quería hablar con él. Temía lo que le diría.

- ¿Cuanto tiempo más vas a evitarme? - le cuestionó con gesto serio. Seina desvió la mirada a un lado.

- ¿De qué hablas? No te estoy evitando... - negó. Tan solo tenerlo cerca hacía que se sintiera nerviosa. Podía sentir el ardor en sus mejillas.

- Lo haces - respondió él - porque no quieres escuchar lo que voy a decirte... - Seina se alarmó por esas palabras. Tenía que irse.

- Jun suéltame - pidió. El sonido de un trueno trajo consigo la caída de la lluvia. - Está lloviendo, suéltame... tenemos que entrar - volvió a pedir pero Jun no le hizo caso. Al contrario, volteó a verla y sostuvo su mano con firmeza. Seina sintió ganas de llorar, sabía lo que Jun quería decirle. Pero no estaba lista para escuchar algo así. No quería escucharlo, era muy cruel.

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora