Renuncia (parte 3)

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Al día siguiente en el palacio del Oeste...


Era temprano ese día. Sesshomaru se quedó despierto toda la noche terminando los asuntos que tenía pendientes acompañado de su fiel sirviente Jaken. No se sentía exhausto, ni siquiera necesitaba descanso, muy al contrario, estaba decidió con terminar todo de la manera más rápida pero a la vez más eficiente posible. Él en esos momentos estaba terminando con uno de los asuntos más importantes que tendría gran significado luego de su partida. Escoger al gran comandante a cargo, el quien tendría el puesto por encima de otros y que trabajaría mano a mano con quien lo sucedería.

Sesshomaru se encontraba en la habitación de reuniones con Seiwa, Seina, Irasue, Jaken y los dos comandantes que aún quedaban. Pasó los últimos tres días trabajando con ellos, casi a todas horas, mientras lo hacía vigilaba y analizaba cada detalle de ellos para saber quien de los dos sería el más capaz para tal cargo.

Tanto Naoki como Katashi se encontraban de pie frente a él, mientras el Lord estaba sentado con algunos pergaminos en la mesa. Seiwa estaba cerca, como por temas de linaje él tomaría el título cuando Sesshomaru renuncie, debía de estar presente. Seina estaba ahí también, ella era quien tenía más experiencia trabajando con esos dos demonios soldados, así que cualquier cosa que Sesshomaru delate de ellos, Seina tendrá que abalarlo e Irasue... ella estaba ahí porque no tenía nada mejor que hacer. Y tal vez porque también le importaba lo que pasaría con esos territorios que le pertenecieron a su gran amigo.

- El puesto de comandante a cargo no es cualquier asunto que se pueda tomar ligeramente. - habló el Lord del palacio - No solo es necesario alguien con criterio propio, con experiencia en guerras y liderando batallones completos o alguien que tenga respeto de sus soldados. Necesito a un demonio que sepa trabajar mano mano con su superior. -

Naoki y Katashi estaban en una posición de descanso mientras escuchaban atentos lo que el Lord decía.

-En el pasado, mi padre trabajó por años con un comandante. Un miembro de nuestro clan, perteneciente a la segunda rama. Fue fiel y capaz en muchos sentidos, él murió, cometió seppuku.- Seina sabía que se refería al padre de Jun - Desde entonces no hubo alguien que ocupara el cargo como tal. Mi padre solía dejar a sus soldados de más confianza a cargo mientras no estaba presente.- Sesshomaru hizo una pausa, volvió a hablar de manera serena pero con autoridad - Al irme de aquí hace doscientos años dejé a Jun a cargo porque por mucho tiempo mi padre le confió muchas de sus responsabilidades, pero estoy seguro que dejé pasar otros aspectos importantes. Y el resto pagó por ese descuido. - hizo otra pausa - Luego está Homare, como sabrán, él intentó traicionarme. Creyó que podía armar un complot en mi contra. No lo logró. - aclaró - Esto, no se repetirá de nuevo.- lo último lo dijo con una mirada muy fría - En estos días me he dado cuenta de muchas cosas, de su capacidad, lo mucho que conocen al resto de soldados, lo mucho que los demás los respetan, su capacidad para comandar y dar ordenes, su capacidad para obedecer ordenes... No quiero que se entreguen a su puesto, no es lo que busco. Quiero que sepan hacer bien su cargo me es suficiente. Así que escogeré a uno de ustedes dos, pero antes... - la mirada de Sesshomaru era fría. Incluso llegaba a ser aterradora - Si tienen algo que decir, háganlo ahora - ordenó con gesto gélido y voz severa.

Katashi se sintió confundido ¿Decir algo? ¿A qué se estaba refiriendo el Lord? ¿Un cumplido tal vez? No... era muy improbable ¿o sí ? Tal vez le gustaba ser adulado. Katashi se puso a pensar en qué podría decirle sin sonar muy extraño. Pero antes de que él abriera la boca para hablar, el comandante Naoki se medio arrodilló en el suelo, reverenciándose frente al Lord. Katashi no entendió porqué hizo eso hasta que lo escuchó hablar.

- ¡Intenté traicionarlo mi Lord! - confesó Naoki. Al decir esto Seiwa se sorprendió, Irasue se desconcertó un poco pero no lo demostró. Jaken frunció el ceño al soldado. Seina se mantenía inexpresiva mientras veía a Naoki, con quien compartió muchas cosas, podría considerarlo un amigo, ella fue muy consciente de esa traición. Katashi miró a su compañero un poco sorprendido, Jun le había contado sobre ese asunto pero... creyó que había diso arreglado. Naoki seguía con la cabeza gacha. - Sé que lo sabe, Mi Lord. Fui parte del complot de Homare -

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora