El sonido de la puerta siendo tocada hizo despertar lentamente a Rin. Sentía algo de dolor en su cuello así que levantó la cabeza con algo de dificultad. Se había quedado dormida en la esquina de la habitación luego de quedarse esperando hasta la madrugada a que llegara el Señor Sesshomaru, pero no apareció. Rin volteó lentamente encontrándose con Jaken que estaba durmiendo cerca de ella. Estiró su cuerpo para despertar más, se sentía muy incomoda. El día de ayer esperó por mucho tiempo a que él llegara, pero no lo hizo. Tal vez tenía cosas que atender ayer así que podría venir a verla el día de hoy. Solo tenía que ser paciente.
La puerta volvió a ser tocada y la llamaron por el título que le dieron desde que llegó. "Princesa humana" Rin vio el shoji encontrándose con muchas siluetas femeninas, se levantó a abrir la puerta. Siete sirvientas estaban esperando por ella.
- Perdón no las escuché - se disculpaba. Las sirvientas se reverenciaron ante ella, luego entraron empujándola y tres de ellas empezaron a quitarle la ropa. Dos alistaban el agua y los aceites de su baño y otras dos escogían kimonos que había en los muebles de madera fina. - Es...esperen, puedo hacerlo...sola - intentaba decir pero las sirvientas la llevaban a bañarse ya sin ropa.
- ¿Ehh? qué está pasando - balbuceaba Jaken mientras despertaba.
- Discúlpenos, la princesa humana está tomando un baño. Debe retirarse - le dijo una de las sirvientas que alistaba los haoris -
- ¿Princesa? - se cuestionó Jaken. Miró donde las mujeres bañaban a Rin detrás de un biombo. Recordó entonces que, por alguna razón que no terminaba de entender, estaban confundiendo a Rin con una princesa. - Están haciendo mucho escándalo. ¿Quién les dijo que podían meterse aquí como si fuera su casa? - se quejaba el pequeño demonio.
- Yo se los ordené - una voz femenina y elegante entró a la habitación. Jaken volteó a ver quién era. Era la demonesa perro del día anterior. -
- Ah, eres tú - dijo Jaken con desinterés. Seina le frunció el ceño por tal actitud.
- Esas no son formas de saludar, pequeña cosa verde. Eres un sirviente ¿No es así? Aprende a tratar a tus superiores - decía con molestia.
- Jaken, mi nombre es Jaken y ya te dije que soy un gran demonio y al único al que sirvo es mi gran amo Sesshomaru. ¡No a una chiquilla pedante como tú! - se quejaba. La demonesa de cabellos platinados caminó hasta las sirvientas para verificar la ropa que escogían.
- Jikun, Koko, no me interesa como te llamas... - decía sin mirarlo, sus palabras eran bruscas a pesar que su gesto mostraba elegancia y serenidad - Solo vete de aquí que quiero encargarme de la princesa humana -
- ¿Por qué la dejaría sola con gente como ustedes? - insistió el pequeño demonio verde. Seina lo miró con curiosidad, se agachó levemente para verlo un poco más de cerca, Jaken sintió un poco de nervios, tenía una apariencia muy parecida a la de su amo. Seina le hizo un gesto con la mano.
- Shu... fuera de aquí... shu... shu...-
- ¡No me trates como un perro chiquilla irrespetuosa, tú eres el perro aquí! - renegó. Seina lo miró molesta.
- Estas empezando a molestarme, Jikon -
- ¡Señor Jaken! - lo llamó Rin. Ella llegaba vestida con un juban blanco y el cabello sujeto, su baño había terminado. - No se preocupe por mí, estaré bien. Ya verá - le decía con una sonrisa. Jaken miró con desconfianza a Seina quién solo veía con algo de sorpresa la expresión de Rin.
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Un año de primavera
RomanceSeis años han pasado desde que Rin y Sesshomaru se separaron para que ella pudiera elegir el camino que desee, continuar viviendo con humanos o finalmente regresar a sus viajes con el gran demonio. Sin embargo, Rin aún no ha tomado una decisión. Est...