Coincidencia

2.4K 146 546
                                    


Advertencia: Como saben, este fan fic cuenta con personajes de diferente orientación sexual. Nunca muy explicito pues porque no era necesario hacerlo así xd Pero en este capítulo tendré que poner una escena un poco más explicita. Yo normalizo bastante esto. Solo advierto por si algún lector se incomoda con este tipo de escenas. Además es capítulo largo. Uu




- Sora ha venido a pedirme permiso de empezar a cortejarte formalmente Rin. - habló la anciana sacerdotisa.


Rin arrugó un poco la frente preocupándose al instante de esa petición. Sora estaba pidiendo permiso para cortejarla. Miró el gesto del joven, podía ver la emoción en sus ojos, incluso estaba un poco sonrojado. Intentó demostrar serenidad, no quería que se percatara de la pena que tenía por esa petición. Hubiera querido que Sora dejara atrás el tema del matrimonio. Pensó que había sido así.

- Abuela Kaede... - Rin se dirigió a la sacerdotiza - ¿Tiene alguna opinión al respecto? - le preguntó, después de todo ella cuidaba de Rin. Si alguien le pedía cortejarla o casarse con ella Kaede tenía que responder también. La anciana sacerdotisa  asintió. 

- Por supuesto que la tengo - respondió la anciana mirando al joven que ahora tenía su atención en ella. - Y es clara... Si Rin lo acepta no me opondré al cortejo, si no acepta no la convenceré de lo contrario. Es ella la que debe responderte Sora. - decidió la anciana. Sora frunció un poco el ceño, no parecía de acuerdo con tal propuesta. Con un poco de dificultad Kaede se intentó poner de pie. Rin fue hasta ella para ayudarla. La anciana se incorporó por completo. - Lo mejor es que hablen solos de esto - dijo la anciana. Rin asintió. Eso quería hacer, hablar con Sora claramente. Después de todo, ella ya había tomado una decisión respecto a sus sentimientos. Después de unos segundos Kaede se retiró dejando a Rin sola con Sora en la cabaña. 

En la mente de Rin venían los recuerdos de todo lo que pasó con Seiwa... lo problemático que fue al saber de sus sentimientos por ella. No quería que problemas así volvieran a ocurrir. Rin se sentó frente a Sora, donde había estado Kaede antes. El chico de la cicatriz la miraba con atención expectante de su respuesta.  Tenía que ser clara al respecto. 

- Sora, no puedo aceptar tu cortejo - decidió pero no con dureza. Su voz sonaba suave y comprensiva pero su era mirada firme ante los ojos que perdían ilusión del joven muchacho. Sentía mucha pena. La primera vez que rechazó su propuesta lo había hecho de una manera bastante superficial como si no hubiera tomado en serio esa proposición o los sentimientos que Sora le confesaba. Ahora se daba cuenta de que lo mal que actuó aquella vez. 

- No entiendo. Rin... - Sora frunció levemente el ceño. Parecía escéptico de escuchar su respuesta a pesar que ya lo había rechazado antes. - Mi padre y yo somos las personas más adineradas de los pueblos que nos rodean. Puedo comprarte los regalos más caros, joyas, todo lo que quieras, lujos que solo los nobles más ricos pueden disfrutar. Sé que no lo parece del todo porque trabajamos mucho... - al decir lo último pareció un poco avergonzado. - Pero no importa... te daré los lujos que una persona como tú merece... - lo dijo mirándola nuevamente con mucha determinación. 

Las mirada de Rin se desvió por unos momentos. 

"Lo que merezco..." pensó. Volteó levemente a la cómoda donde tenía guardados todos los regalos que el señor Sesshomaru le había dado. Desde el primero hasta los últimos... su mayor tesoro. Eran caros, sí, pero no era su precio por la que valían tanto para ella. Rin volvió su mirada a Sora negando nuevamente.

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora