Soy una mujer

2.1K 213 103
                                    





Al amanecer siguiente Rin y Majime se encontraban bañándose en los baños para sirvientes. Rin aún seguía distraída, pensaba en varias cosas. Una de ellas era la extraña figura masculina que apareció en medio de la noche tras su shoji. Se quedó viéndola por varias horas. Fue aterrador pero... intentó ser más lógica y encontrar una respuesta. Tal vez solo era un juego de su mente que la hacía ver cosas donde no las había. Después de todo era de noche y el cansancio pudo hacerle una mala broma. Sí, se convenció que debía ser solo eso. 

Otros pensamientos que rodeaban su mente eran aquellos que tenían que ver con el Señor  Sesshomaru. Pensar en él comenzaba a inquietarla mucho. Era muy probable que él la viera como una niña, sin duda eso la molestaba. Tenía dieciséis años, no era más una niña pero... 

¿Cómo le haría ver eso? 

- ¿Estas bien Rin? - le preguntó Majime - Luces algo distraída - comentó.

- ¿mmm? - a penas respondió la joven de cabellos rebeldes aún inmersa en sus angustiantes dudas pero pronto reaccionó - ¡Ah! no, estoy bien. Solo estaba pensando... - dijo. Rin miraba a Majime intentando ocultar que nada le pasaba pero su gesto preocupado al delataba, incluso majime parecía sospechar algo. Rin necesitaba ayuda, se sentía muy confundida pero tenía algo muy en claro y Majime era la única persona con la que podía consultarlo ahora. Se sintió avergonzada de lo que iba a preguntar  - Majime... ¿Cómo podría verme más como una... mujer? - preguntó apenada. Se hundió más en el agua cubriendo sus sonrojadas mejillas.

- ¿Mujer? Pero si ya eres toda una mujer, y muy hermosa por cierto. - le decía. Rin se sonrojo un poco más.

- Gracias Majime... pero a lo que me refiero es... ¿Cómo puedo lucir para alguien como una mujer? Digamos... que es alguien que me conoce desde niña pero no quiero que me vea más de esa forma. Quiero que note que ya soy una mujer... - Majime parecía pensar una respuesta.-

- Mmm... Supongo que podrías usar ciertos perfumes, maquillarte, ajustar un poco más el Obi...- decía vagamente como si estuviera pensando en voz alta. Majime miró a Rin con ilusión. - Rin dime... ¿Es un hombre del que estamos hablando? ¿No será que te has enamorado? - preguntaba emocionada. 

- ¿Ehhh? - Rin se sonrojó de sobremanera.- ¿E...enamorada?- No había pensado en eso antes. Se tapó su rostro con ambas manos. 

"¡¿Enamorada del Señor Sesshomaru?!"  pensó. 

Se puso nerviosa. No lo había considerado una opción para explicar por qué sus sentimientos con él habían cambiado. Recordó lo que le contaba Kagome sobre el amor y cómo te hacía sentir. 

¿Así se sentía entonces? 

¡No, no podía aceptarlo! Ella no podía enamorare del Señor Sesshomaru. Él era alguien superior, un ser divino, un demonio. Jamás se enamoraría de él por eso y... 

Rin bajó la mirada. No... que el señor Sesshomaru fuera un demonio... nunca le importó. ¿Porqué intentaba excusarse?

Tal vez... ¿Existía la posibilidad de que estuviera enamorada...? 

Rin suspiró. 

- No lo sé Majime... Es muy confuso... - decía derrotada. La mujer a su lado fruncía el ceño con seguridad como si quisiera darle ánimos.

- Si te pones a pensarlo mucho puede ser confuso, Rin. Solo debes sentirlo aquí. - dijo mientras tocaba su pecho, donde se escuchaba el corazón.  - Si esa persona es capaz de emocionarte aquí, entonces estas enamorada. -

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora