Un año de primavera

Rin contra Seina (parte 3)

Pasaron unas cuantas horas desde que amaneció. Rin se encontraba caminando con sumo cuidado. Había recibido una petición de los consejeros para tener un agradable desayuno para conversar, Inu Kimi estaría también ahí así que quería lucir lo más presentable posible. A cada paso que daba se preguntaba si los haoris que escogió eran los indicados, si el color y los patrones eran muy extravagantes o si tal vez el Obi y su kanzashi no iban acorde con los colores otoñales de sus ropas. Se sentía muy nerviosa. Quería que todo fuera perfecto.

Al lado de ella caminaba Jaken, quien la acompañaba para asegurarse que estuviera bien ya que estaba notando el comportamiento de Rin muy extraño. Atrás de Jaken caminaba la joven Yokai Mie que miraba a cada segundo a la princesa para asegurarse que ningún detalle de sus atuendos se desordenara. Atrás de los tres los seguía con una leve sonrisa Sakari quien había decidido dejar por un lado su entrenamiento de ese día para poder acompañar a la princesa. Ella se encontraba bastante nerviosa así que tal vez la presencia de alguien quien había jurado protegerla de todo la tranquilizaría un poco.

Rin suspiró llenándose de valor, no podía flaquear en esos momentos ni tampoco lucir nerviosa frente al consejo. Tenía que mantenerse serena. Pero... mientras más pensaba en qué dirían de ella más difícil era mantenerse tranquila. Levantó la mirada para seguir viendo al frente, se detuvo de improviso al percatarse que por la esquina de ese pasillo aparecía la Señorita Seina. Ella tenía un gesto bastante calmado e iba a acompañada de Keiji y el guardia de la rama principal.

A Rin le dio cierta nostalgia verla. Hace poco más de un mes, un día común para ella era seguir a la señorita Seina mientras ella le enseñaba muchas cosas. Siempre tuvo bastante paciencia para enseñarle a pesar que fallaba constantemente. De cierta forma... extrañaba su antigua relación con ella... a pesar de que su amistad creció a partir una cruel mentira.

- Ya llegó la loca... - comentó Jaken con molestia al ver a la daiyokai acercarse. Sakari detuvo una risa por el calificativo que usó el pequeño demonio mientras Mie le reprochaba con la mirada por haberse reído.

- No diga eso Señor Jaken, nos va a traer problemas - le pidió Rin con el ceño levemente fruncido.

- Si tiene un guardia ahí, no creo que pueda hacer nada... - respondió él aún irritado. Rin dejó de ver al demonio verde al darse cuenta que la inuyokai estaba muy cerca. Realmente creyó que se pasaría deferente, que no le hablaría ni la miraría pero se equivocó. Seina se detuvo al llegar al lado de Rin. Aún había un espacio separándolas.

Rin no volteó a verla ni Seina a ella tampoco. El ambiente se sentía demasiado tenso. Mie miraba de reojo preocupada a su señora, luego miró a Keiji y bufó disimuladamente. No le agradaba para nada ese sujeto. Sakari vio con cierto enojo a la inuyokai ya que temía que pudiera atacar a la princesa. Enseguida miró al guardián quién parecía tener un gesto firme... Evitó mirar a Keiji.

- Escuché que tendrás otra reunión con el consejo e Inu Kimi ¿Es por eso que vas tan arreglada? - preguntó Seina volteando a verla levemente. Rin se sorprendió por el tono tranquilo que usó con ella. No era frío ni hostil como la vez anterior. Su manera de hablar le dio cierta confianza en responder. También volteó a verla encontrándose con los ojos dorados de Seina.

- sí... - respondió - Pidieron verme antes de la reunión principal. Los consejeros son... personas muy importantes así que...consideré vestirme de la manera más apropiada - respondió con una leve sonrisa temerosa pero su gesto se volvió uno de sorpresa al ver que Seina también tenía una leve sonrisa en sus labios. Por un segundo sintió que esa tensión entre las dos se disipó.

- Es verdad. Una princesa siempre tiene que ir mejor vestida que nadie, tiene que demostrar mucha elegancia y además... Nunca puede llegar tarde - decía suavemente, Rin volteó un poco más para sonreírle.