CAPÍTULO DEMASIADO LARGO PERO NECESARIO.
El soldado Kosaru se mantenía de pie mirando a su príncipe Tadateru. Era la primera vez que lo veía con ese gesto enfurecido en su rostro, como si el simple hecho de que ese tal príncipe del norte Seiwa haya terminando con los mil soldados lo... lo estuviera haciendo arder en ira. Y tal vez podía entender por qué... Kosaru miró al tal Seiwa, él respiraba con mucha dificultad pero su mirada se mantenía firme en Tadateru... . Tenía entendido que ese príncipe del norte era un segundo hijo... como la princesa Teimei y sabía que Tadateru... detestaba eso.
Kosaru se puso en alerta cuando vio al príncipe del norte cambiar su posición como si esperara el ataque del príncipe Tadateru. No debía ser un sujeto muy listo... sus heridas eran graves y no solo por fuera, los ataques de ese ser... podrían podrir su cuerpo por dentro. Ese ser que carecía de forma... Hace muchos años, cuando su príncipe Tadateru era solo un niño, el Lord del Sur Baretsu intentó deshacerse de él mandándolo a las puertas del yomi. Le dijo que si lograba regresar entonces se quedaría en el palacio. El príncipe Tadateru regresó luego de cuatro meses. Fue una sorpresa para todos porque muchos lo dieron por muerto, pero al regresar... volvió con una espada de filo negro y algo más... un ser que se ató al cuerpo del príncipe. JikiniBuru, un ser del infamando que se alimentaba de cadáveres. Ese ser del inframundo... si se adentraba a tu cuerpo... simplemente podría pudrirte desde adentro.
Y el príncipe Seiwa fue atravesado tres veces por él. Que siga en pie... no tenía sentido.
Tadateru mantenía su expresión molesta y fría en Seiwa ¿Aún quería pelear? ¿Creía que solo por quitarle la oportunidad a JikiniBuru de moverse entre las sombras podía vencerlo? Él...
"No tiene idea de nada" pensaron el soldado Kosaru y Tadateru a la vez.
Tadateru voló hacia Seiwa, comenzó a atacarlo con su espada. El inuyokai del norte solo retenía su ataques con su lanza. Kosaru era testigo de la batalla mientras se mantenía lejos de ellos. Al forcejear. el youki de ambos hizo que se rechazaran entre sí, terminó haciéndolos retroceder a los dos inuyokais por el impacto.
Luego de tomar distancia tras la colisión de los youki Seiwa jadeó, su lanza desapareció de un momento a otro de su mano. Sentía que no podía respirar, algo le estaba impidiendo hacerlo. Adentro de su cuerpo se sentía extraño, horrible, como si se estuviera derritiendo por dentro. No solo era eso, todo el poder que utilizó hasta ese momento... necesitaba, al menos, por algún momento, regular su youki. Su youki... Seiwa miró la barrera de fuego que había querido mantener alta desde que comenzó la batalla. Ahora que ya no había soldados podía deshacer la barrera. Los soldados tenían que regresar al norte y llevarse a la princesa y su familia mientras él retenía a Tadateru.
Podía hacerlo. Él solo se aseguraría de distraer a Tadateru hasta que todos se vayan. Estaba muy cerca de lograrlo, rendirse era impensable. Seiwa alejó su atención de Tadateru para dirigirse a la barrera de fuego.
- ¡Obake! - gritó el príncipe del sur blandiendo su espada, de ella dos seres amorfos negros que tomaron forma de perros se dirigieron a Seiwa. Él intentó reaccionar rápido, extendió su mano buscando materializar su lanza pero no le respondió su youki. Lo intentó de nuevo y solo recién pudo tomar el mango de su arma. El filo brilló y atravesó al primer perro negro que venía, pero el segundo terminó por lanzarse sobre él.
Seiwa transformó su arma en una daga, la llenó de fuego y atravesó a ese extraño perro hecho de oscuridad. Pero una vez se quitó el ataque de encima, Tadateru apareció frente a él. Lo último que Seiwa alcanzó a ver fueron dos luces moradas cruzarse antes de ese ataque se lo llevara lejos. A pesar de que su cuerpo dolía demasiado como por dentro y fuera, Seiwa se equilibró en el aire, materializó su lanza, la clavó en la tierra deteniendo la fuerza con la que era llevado hasta detenerse por completo.
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Un año de primavera
RomanceSeis años han pasado desde que Rin y Sesshomaru se separaron para que ella pudiera elegir el camino que desee, continuar viviendo con humanos o finalmente regresar a sus viajes con el gran demonio. Sin embargo, Rin aún no ha tomado una decisión. Est...