Disculpas

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Rin despertó después de cinco días de permanecer inconsciente por una alta fiebre. Sesshomaru no se fue de su lado por esos días aunque tuviera que soportar la presencia de molestos humanos. 

La noche que despertó Sesshomaru sintió un gran alivio, Rin volvió a sonreírle y volvió a escuchar su voz. No se había dado cuenta antes de lo mucho que le gustaba que ella hablase, escucharla. El que se mantuviera en silencio sin saber qué tenía era desesperante. Cuando sintió el calor de su mano apretar la de él y luego ver en su rostro ese gesto de felicidad quiso abrazarla. Sin embargo, su herida aún no se había terminado de curar y tal vez le hubiera hecho daño. Rin solo le sonreía felizmente mientras sostenía aún su mano. Sesshomaru tampoco quería soltarla. No dijo muchas palabras, Rin volvió a caer dormida nuevamente pero esta vez durmió con un gesto de completa paz. 

A la mañana siguiente, Rin estaba sentada sobre el futón, Kano esa mañana fue a atenderla, su hijo mayor Kazuki la acompañó, Jaken estaba con ellos. Sesshomaru, por su parte, estaba alejado en una esquina de la cabaña ignorándolos a todos. Mientras conversaba con Kano y Kazuki, Rin volteaba a verlo inquietada por su actitud. Sentía que estaba incómodo por la presencia de los humanos pero no era solo eso, también sentía que estaba molesto. Recordó su actitud distante de los últimos días luego que lo viera con sangre en sus garras. 

- Me tengo que ir, voy a intentar conseguir una buena paga con los huesos de demonio que conseguí. Regresare en la noche madre. Y Rin... - Kazuki se dirigió a la joven chica, le tomo una de sus manos con delicadeza y besó su dorso. - Me encantó conocerte. Espero que podamos ser buenos amigos. - Rin se sonrojó un poco por la vergüenza, retiró su mano con prisa disimulada. Ese acto de parte del humano tomó desprevenido a Sesshomaru ¿Cómo se atrevió a hacer algo así en frente de él? Esa escena le resultó demasiado desagradable.

- Ara, que hijo tan galán tengo. - Mencionó Kano divertida por la situación. 

- Yo diría que es un mocoso atrevido - comentó Jaken irritado. Kazuki rió torpemente. 

- También espero que podamos ser buenos amigos - le respondió Rin sonriéndole muy amablemente.  Sesshomaru dejó de verlos, estaba demasiado molesto como para seguir disgustándose. 

- Si dices que te vas a ir entonces vete de una vez - espetó con frialdad el demonio. Kazuki sintió un escalofrío, no se había percatado que Sesshomaru estaba ahí.  

- Di...disculpe Sesshomaru no volverá a ocurrir - se reverenciaba disculpándose el joven. su madre solo reía delicadamente. Kazuki finalmente se reverenció ante el resto y salió de la cabaña. Rin no dejaba de ver a Sesshomaru con un leve sonrojo en las mejillas. La actitud que tuvo hacia el joven Kazuki... como si estuviera molesto... en su mente se asomó al idea de que podrían ser... ¿celos? ¿El señor Sesshomaru sintiendo celos por ella? Se sintió nerviosa, pero esa suposición la hacía verdaderamente feliz porque tal vez él sí se sentía igual que ella. Cerró fuertemente los ojos para quitarse esa idea tonta de la cabeza.  

- ¡Madre! - exclamó la voz de Kano con felicidad. La anciana Tamane acababa de entrar a la cabaña, caminaba hacia Rin. Rin le sonrió.

- Usted es la mujer que me ayudó ¿No es verdad? Muchas gracias por cuidar de mí estos días. Espero no haber sido mucha mo... ¡Ay! - exclamó de dolor, la anciana la interrumpió jalándole la oreja, la mujer lucía disgustada. 

- Ara... - balbuceó Kano sonriendo. 

- Anciana... - la llamaba Sesshomaru molesto al ver que estaba dañando a Rin, Tamane lo ignoró. 

Un año de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora