Este es un capítulo que se dividirá en varias partes. Encierran el enfrentamiento silencioso de Rin y Seina por casarse con Sesshomaru. Espero que lo disfruten 💖Empecemos
El cocinero del palacio intentó envenenar a Rin.
Por suerte Seiwa pudo olfatear el veneno a tiempo. Luego de que los guardias tomaran al sirviente, el Lord del palacio fue avisado rápidamente.
Ahora un juicio se llevaba a cabo. Para Sesshomaru sería más sencillo matar a ese sirviente que atentó contra la vida de Rin. Quería matarlo sin dejarle oportunidad alguna de hablar. Pero sospechaba que Seina pudo estar detrás de ese ataque y necesitaba saber si alguien más fue parte de ese maldito plan.
Sesshomaru estaba en una gran habitación, atrás de él se encontraba sentado el consejo siendo testigos de lo que ocurría. A un lado de ellos Inu Kimi también estaba sentada. No era común que la rama principal se adentrara en temas del palacio. Eso quedaba para cada guardián que regía sus propias tierras.
A un lado de Sesshomaru estaba de pie Homare viendo al cocinero arrodillado en el suelo que era custodiado por dos guardias y más allá de ellos estaba sentada Rin, viendo con tristeza y decepción a aquel demonio que intentó matarla. Seiwa estaba a un lado de ella, sentado cerca de Mie y Jaken, y del otro lado de Rin, algo más alejada, estaba sentada Seina con su soldado de pie custodiándola. Y atrás de ellos estaban el resto de sirvientes que trabajaban en la cocina. Eran varios.
Seina tenía la mirada un poco perdida intentando no ver a ese cocinero. Seiwa miraba de reojo a su hermana preocupado por la responsabilidad que podría tener ella en ese intento de asesinato tan horrible en contra de Rin. El príncipe Inuyokai conocía bien a su hermana. Sabía que era fría en muchas situaciones y que disfrutaba de ver seres sufriendo pero... también era una persona capaz de entender a otras. Además... ella nunca mató a nadie. Le era difícil creer que realmente estuviera detrás de ese intento de asesinato pero... En esos momentos Seina debía de odiar a Rin con todas sus fuerzas.
- Príncipe, su herida... - la voz preocupada de Mie hizo reaccionar a Seiwa. El daiyokai volteó a verla, luego miró su brazo como le indicó ella. Por más que lo había vendado una mancha de sangre estaba presente y el tono morado del veneno se extendía por su piel. Mie tenía el ceño fruncido como si le recriminara por haber hecho algo tan imprudente. - ¿Por qué hizo algo así como envenenarse usted mismo? - le preguntó con molestia. Jaken también lo miró pensando en que el acto del príncipe fue verdaderamente estúpido. Pero Seiwa lucía muy relajado como si esa herida no fuera importante.
- No se preocupen por eso. Soy un daiyokai, el veneno no me llegará con tanta fuerza. Además, le pediré a Sesshomaru que me dé un antídoto después - dijo como si fuera algo común, normal o nada descabellado. Tanto Jaken como Mie miraron a Seiwa como si lo que acababa de decir fuera la cosa más ilógica y tonta que alguien pudo haber pronunciado ¿Realmente creía que el Lord lo ayudaría?
- El consejo, como siempre, se mantendrá alejado de los asuntos que respecta a Lores y sus regiones. Al igual que Inu Kimi - informó con voz potente Genro, el consejero más severo y de facciones más toscas.
- Es la voluntad de los dioses - pronunciaron todos los consejeros.
Seina al fin se atrevió a mirar al sirviente que estaba siendo enjuiciado. Entrecerró los ojos analizando con un gesto de molestia ¿Por qué se le había ocurrido hacer algo tan estúpido? ¿Realmente creyó que no iban a darse cuenta que él sería el responsable? Idiotas, eran unos idiotas, ahora Sesshomaru lo mataría por haber tomado una decisión tan absurda. Aunque... le habrían hecho un gran favor si Rin lograba consumir el veneno. Seina desvió la mirada del sirviente al sentir una angustia en su pecho de solo pensar en la muerte de Rin. Se molestó con ella misma por ese sentimiento tan absurdo. Rin era su enemiga, la que inútilmente le quería quitar el lugar que le pertenecía y la que la engañó todo este tiempo fingiendo una amistad. De solo recordar lo último el dolor volvía. Ya no quería pensar más en eso.
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Un año de primavera
RomanceSeis años han pasado desde que Rin y Sesshomaru se separaron para que ella pudiera elegir el camino que desee, continuar viviendo con humanos o finalmente regresar a sus viajes con el gran demonio. Sin embargo, Rin aún no ha tomado una decisión. Est...