Capítulo 123

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Luego de un humillante abandono en el altar, correr desconsolada de la iglesia hasta perder las fuerzas y un improvisado viaje por el país regresa a casa luego de meses fuera, en un día nublado con amenaza de tormenta.

-Ay no se como me recibirán pero... - Estando cerca del bosque frena de repente al ver un caballo negro aparecer en el camino - Dios mío - Se baja del auto viendo al caballo - Hola bonito tranquilo, tranquilo solo quiero asegurarme de que estés bien - Despacio acerca su mano hacia el caballo - Solo te quiero ayudar - Logra acariciarlo encontrándolo ileso - Solo quiero ser tu amiga... me llamo Triana, tranquilo que todo irá bien ¿De donde eres? ¿De quien eres? - Como si la entendiera la guía hacia el interior del bosque encontrando a un joven inconsciente - Dios mío... ¿hola? ¿hola, estás bien, me escuchas? - Intenta despertarlo pero ve una gran herida en su cabeza - Dios, elegiste un mal momento para accidentarte ya se acerca la tormenta - Con sus fuerzas lo lleva a su auto y con el caballo negro siguiéndolos tocando el claxon cuando se acerca a su casa - ¡Eleazar! ¡Carmenza! - Los ve a punto de entrar a la casa.

-¿Trini? ¿Que haces aquí? En medio de la tormenta - Eleazar se acerca a ella.

-Por favor ayúdenme a llevar al caballo a un lugar seguro y al hombre que está dentro - Les pide a ambos.

-Yo iré por el caballo - Carmenza se acerca al caballo.

-Vamos Trini, aparecer así como si nada, estás loca - La regaña mientras llevan al joven dentro.

-No sabía que pasaría esto - Entran a la casa mientras llaman a un médico cercano.

Hacen lo posible por salvar la vida del joven sobre todo ante su herida en la cabeza mientras pasa la tormenta Triana se queda a lado del joven sintiéndose cautivada por él sin siquiera saber su nombre.

-Fue un milagro que no te pasará nada, Trini... ni a ti ni al joven, estos tiempos el clima de Montana es engañoso - Carmenza se acerca a ella.

-Si me lo imaginé... pase tanto tiempo fuera que lo había olvidado - Le responde con la mirada baja caminando por la habitación - ¿Como esta el caballo negro? -.

-Está bien, algo intranquilo pero supongo que es porque no conoce el lugar -.

-¿Sabemos quien es este joven? - Eleazar se acerca a la habitación viéndolas.

-Aun no despierta, cariño quizás lo haga mañana - Carmenza se acerca a su esposo.

-Bueno el médico dijo que lo vigilemos y... ante cualquier cosa lo llamemos - Se le queda viendo.

-Los extrañe tanto, Carmenza, Eleazar - Trinidad los abraza a ambos.

-Y nosotros a ti cariño, quedó algo de la cena de Acción de Gracias si tienes hambre, todos tuvieron que irse ante la alerta de la tormenta -.

-Gracias pero... prefiero quedarme aquí para cuidarlo - Voltean a ver al joven aun inconsciente.

-Está bien mi niña, descansa un poco debes estar cansada - Carmenza le da un beso en su cabello rizado.

No puede dejar de admirarlo sentada en el sillón mas cercano a él hasta quedarse dormida sin darse cuenta incluso cuando la tormenta empieza a empeorar.

-Trini ¿Como sigue nuestro invitado? - Le pregunta Eleazar despertando a su niña.

-Paso toda la noche dormido, no se ah despertado en ningún momento y sigue igual... hasta me empieza a preocupar - Lo mira acercarse al joven tomándole el pulso por el cuello y por la muñeca.

-Su pulso está estable, se recupera pero no entiendo porque no despierta - Tampoco lo entiende.

-¿Y su herida en la cabeza? - Le pregunta preocupada por ese detalle.

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