Y me volví la sombra de Alaric, sí señor.
Lo seguía a todas partes y él no se quejaba la mayoría de las veces. Había ocasiones en las que solo se me quedaba mirando y otras en las que ni siquiera me observaba, solo me esquivaba y caminaba como si nada. Solo una vez me había dicho que dejara de seguirlo y había sido al comienzo, pero luego nada de nada.
Podía ser porque sintiera lastima o porque comenzaba a agradarle pero ni siquiera me había llamado bruja y tampoco espía. De hecho, me trataba más o menos como a una igual y hasta consultaba ciertas cosas conmigo.
En un par de ocasiones me había sentado en su trono y él solo lo arrastraba a un lado, luego arrastraba mi trono y se sentaba en él, quedándose en el centro y dejándome a mí a un lado. Muchos le temían y por eso cuando me veían hacer todas esas cosas aguantaban la respiración, esperando que Alaric me golpeara o me mandara a torturar. Sin embargo, una vez que se conocía un poco al rey, no era tan malo como podía parecer en un comienzo.
— Alaric. — Murmuré mientras caminaba a su alrededor, literalmente. — No me ignore. — Continuó con su camino sin inmutarse.
Cuando creía que iba a ir a su despacho, dobló hacia la derecha. No sabía lo que había allí pero no lo seguí, preferí quedarme a fuera con Kamal.
Ya no lo veía tanto como antes debido a que el rey había dejado de considerarme una amenaza potencial y también porque estaba junto a mí la mayor parte del tiempo.
— Hola Kamal. — Saludé alegremente.
Él por su parte solo dio un leve asentimiento en respuesta.
— ¿Qué está haciendo? — Me coloqué junto a él como si yo también estuviera haciendo la guardia.
— Proteger. — Murmuró por lo bajo.
Mi ceño se frunció y tuve que pararme frente a él para poder observarlo bien.
Por algún motivo que desconocía sentía que Kamal estaba actuando raro. Por lo general no hablaba demasiado pero al menos me desafiaba con la mirada o me demostraba su desagrado con expresiones. Sin embargo, en esos momentos tenía la cabeza levemente agachada y no me miraba.
— ¿Kamal? — Me bajé un poco y giré la cabeza para ver si lograba encontrar algo inusual en su cara.
Parecía como cuando un niño se molestaba que bajaba la cabeza y el adulto se arrodillaba para mirarlo. Era prácticamente igual, solo que Kamal no parecía molesto y yo no era lo más adulto que se podía considerar.
— ¿Está bien? — Susurré, encontrándome a nada de alzar su rostro con mi mano.
— Thabita. — Me enderecé de un respingo.
No esperaba que me llamaran de repente, mucho menos con un tono de voz brusco y demandante. Llevé mi mano a mi pecho como si así pudiera controlar los latidos desenfrenados de mi corazón mientras me giraba para ver quién y por qué me habían llamado de esa forma.
— ¿Sí? — Alaric estaba de pie, con los brazos cruzados y mirándome como lo había hecho cuando aún se encontraba herido.
— Venga. — Asentí con lentitud.
Me giré nuevamente para despedirme de Kamal pero cuando iba a hablar sentí que me sujetaban de la tela del vestido que cubría mi hombro izquierdo y tiraban de ésta hacia atrás. Mi cuerpo fue arrastrado y como no quería que me rompieran el vestido me dejé llevar.
No estaba entendiendo nada.
¿Qué tenía de malo que hablara con Kamal?
— Hasta luego. — Alcé la voz para que fuera capaz de escucharme.
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Flecha de Fuego© EE #6
Fantasía💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe la copia o adaptación.💫 •Sexto libro de la saga EE.• •Es necesario leer todos los libros para comprender lo que sucede en la historia y conocer a los personasjes.• Aquellas tierra...