— Alaric, ¿podría ayudarme? — Pregunté lo suficientemente algo como para que pudiera escucharme.
La situación era la siguiente: me encontraba caminando a unos cuantos metros detrás del rey mientras cargaba un par de cosas. Él había escuchado mi voz y por eso casi de inmediato se giró pero lo que en un principio pareció ser una muestra de caballerosidad, en pocos segundos se convirtió en otra forma de marcar territorio.
Había olvidado mencionar que mi plan estaba corriendo y que por lo mismo, Kamal estaba ayudándome.
— ¿Por favor? — Mostré la sonrisa más angelical que pude mientras era taladrada, degollada y quemada por aquellos ojos verdes que me prometían tantas cosas y ninguna era agradable.
— ¿Hacia dónde se dirigen? — Preguntó con una frialdad imposible de ignorar.
Gilderoy lo había estado acompañando en su caminata y en esos momentos se encontraba a una distancia prudente como si intentara mantenerse alejado de un posible accidente. No tenía idea de cuánto sabía ese hombre sobre la extraña relación que había entre su rey y yo, pero algo debía conocer, sino no tendría sentido la sana distancia que mantenía.
Podía ser que Alaric le hubiera comentado pero algo en mi cabeza me decía que aquello no podía ser porque él no tenía cara de ir comentando sus situaciones personales, ni siquiera con su hombre de confianza.
— Vamos a llevar esto al exterior, quiero practicar con el arco y como con los objetivos anteriores no me bastaba, hicimos algunos más. Estos se asemejan más a personas. — Expliqué sin borrar la sonrisa de mis labios.
— Debería descansar. — Masculló entre dientes antes de decidir acercarse.
— Lo haré después de practicar, llevo mucho sin utilizar el arco y no deseo que se me olvide...— Colocó su mano sobre mi cabeza como si yo fuera su mascota o algún animalito que hubiera encontrado por ahí.
— Camine. — De entre mis brazos desaparecieron los dos objetivos que había estado cargando, pasando a estar entre los suyos.
Mis nuevos blancos eran algo relativamente sencillo de elaborar pero más eficaces al momento de lanzar flechar. Antes eran simples sacos pero en ese momento había hecho una especie de cojín relleno de vegetación muerta. Los sujetos a, d, c, d y e, consistían en un rectángulo bastante grande que simulaba el área del tronco y un cuadrado de menor tamaño que servía como cabeza.
Yo había estado cargando dos, Kamal llevaba otro par y el quinto sujeto lo había estado pateando porque ninguno de los dos podía llevarlo en brazos.
— Gracias...— Susurré sintiéndome realmente feliz. — Andando.
Como solo estaba cargando con uno de los muñecos tenía cierta facilidad para moverme sutilmente. Ellos no se daban cuenta pero en un par de pestañeos esos dos se encontraban caminando al lado del otro y no como en un comienzo, que era yo el centro del tercio.
— Debería sonreír más, asusta a su gente. — Ya que me encontraba al lado derecho de Alaric y éste estaba siendo el centro, le di un leve caderazo para que se acercara un poco más al soldado.
— Para eso está usted. — Masculló entre dientes mientras me observaba con una mezcla de confusión, sorpresa y acidez.
— Entonces puedo sonreír y hablar con todos. — No me había percatado de lo que Alaric estaba haciendo hasta ese momento en el que los sujetos a y b se movieron.
Pobrecitos, estaban siendo apretujados con tanta fuerza que pronto iban a romperse.
— Hágalo, su rey se encargará de sacarle los ojos, arrancarle la lengua y quemar las orejas de cada hombre y mujer que se atreva a verla sonreír, escucharla o a hablarle. — Ya fuera por instinto de supervivencia o porque simplemente prefería desconectarse de lo que estaba escuchando, Kamal bajó el rostro y fijó la mirada en los muñecos.
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Flecha de Fuego© EE #6
Viễn tưởng💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe la copia o adaptación.💫 •Sexto libro de la saga EE.• •Es necesario leer todos los libros para comprender lo que sucede en la historia y conocer a los personasjes.• Aquellas tierra...