EL PROTECTOR

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—¿Pudieron anotar en el certificado de defunción todos los datos?— El médico habla con la enfermedad que tiene a un lado mientras está frente a Adela y Theodore...

Ambos escuchan su conversación cómo si estuvieran ajenos a la misma, están tan concentrados en sus pensamientos que les cuesta prestar atencion...

Él la abraza y ella deja su cabeza en su hombro, las lágrimas no puede controlarlas por más que esté frente un profesional...

Intenta, realmente, por todos los medios, ser una persona correcta frente a quien les está hablando con respeto y con profesionalismo, por sobre todas las cosas, pero no puede dejar de pensar en el dolor que siente...

Theo ya tiene todas sus heridas curadas, incluso, Elena fue junto a dos de sus custodios a buscar algo de ropa para él y para los demás chicos que estan en observaciones.

Y gracias a eso, ahora, esta mucho más presentable, habían dejado en un bolso en una de las habitaciones que les dieron para que ellos se pudieran cambiar, incluso si necesitaban dormir todos los chalecos antibalas que se habían sacado...

—Si señor ya estan todos los datos, sólo necesitamos su firma.— Se disculpa por haber interrumpido al momento...

—Bien.— Firma.

—El cuerpo ya fue llevado a la morgue, y esperamos sus órdenes para proseguir.— Informa.

El médico asiente mirando a los chicos, en particular a Adela...

—Bien, gracias.— Le sonríe. —Aguarde mis indicaciones porque lo más probable es que tengamos que recibir visitas en la morgue.— Suspira.

Aprieta sus labios mientras que la enfermera se retira, luego de haberle echo un gesto de comprensión, por lo qué el médico canoso se da media vuelta mirandolos finalmente a ambos...

—Disculpen chicos, pero por más que solamente haya venido pura y exclusivamente porque me llamaron ustedes, si estoy aquí portando mi ambo, tengo que también atender las demandas que la clínica tiene.— Se disculpa con una mueca por lo que acaba de pasar.

—No hay problema.— Murmura Adela.

—Como les decía, el resto de los chicos se encuentran estables, y por eso creo que para mañana les voy a poder dar el alta a todos.— Mira sus anotaciones.

Adela se reincorpora y asiente solamente deseando ver a Demian, mientras que el doctor mira específicamente a Theo.

—¿Qué hay sobre Demian?— Sisea molesto

—Respecto a Demian.— Inicia.

Adela siente un cosquilleo recorrer su espalda al escuchar hablar de su prometido.

—El paciente ya está estable y consciente... Logramos frenar todas las hemorragias y pudimos trabajar mientras él estaba inconsciente, que eso nos ayudó un montón...— Acota.

Ambos sueltan un suspiro y el agarre de Theo se hace más fuerte en ella, quien traga saliva y lleva una mano a su pecho.

—¡Quiero verlo!— Adela avanza.

—Tengo entendido que sos su mujer y que estás embarazada. ¿Verdad?— Se dirige pura y exclusivamente hacia Adela.

La misma asiente con la cabeza con tanto intimidada y nerviosa... —Si.— Suspira.

—Bien, en ese caso te voy a pedir que si querés pasar a verlo, podés hacerlo, ya que él está pidiendo por vos, pero voy a tener que hablar con él.— Señala al morocho.

—¿De qué?— Theo pregunta.

—De su evolución y sus tratamientos porque no puedo tener esta charla con alguien que está en tu estado y necesita tener tranquilidad, y según entiendo desde hace varias horas que no la tenés así que lo mejor es preservar tu seguridad y la del bebé.— Dictamina.