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—Bien...— Chasquea la lengua.

Y coloca sus manos en la espalda.

Adela no puede escucharlos, pero ve los movimientos de los tres hombres, y por supuesto, que se encuentra completamente intrigada de lo que estan charlando aquellos tres. Si tenía que ser sincera para con ella misma nunca se había considerado una persona muy curiosa sobre los asuntos personales de los demás, no obstante, desde que Demian Maloy había llegado a su vida tenía que admitir que le generaba mucha curiosidad su entorno. Y cómo es que él se manejaba de una manera tan impenetrable en el mismo.

—Señor, yo...— Él que comienza a hablar es Tyler, quién inmediatamente Demian silencia con un movimiento de manos y su mirada tan conocida.

Evan, bufa, hasta que el comentario de Demian logra verse en la obligación colocar sus ojos en blanco y negar con la cabeza, no pudiendo creer la impotencia que le genera el poder que él tiene y como disfruta de utilizarlo a gusto y piacere.

—¿Te di permiso para que hables?— Pregunta con arrogancia.

Pero en su cara no hay mueca de ella, se encuentra completamente serio... Muy para ser sinceros...

Tyler niega con la cabeza ante su cuestionamiento. —No, señor.— Responde.

Evan lo mira, se nota que de los dos, era un poco más tímido el colorado. Y que por sobre todas las cosas estaba completamente aterrado por lo que les esta pasando.

—Bien...— Prosigue. 

—Lo lamento, señor, no volverá a ocurrir.— Asegura Tyler manteniéndose lo más honesto posible.

—Si hay algo que detesto además de que los guardias que contrato no hagan su trabajo, son las excusas baratas que a nadie le interesan, porque no son creíbles, Tyler.— Le comunica, ahora volviendo a poner sus manos en su espalda.

Bajo la atenta y curiosa mirada de Adela.

Y probablemente que ella lo está observando es lo que más está disfrutando ahora mismo es él, sabe que de esa manera la logrará atemorizar para que al menos le haga algo de caso cuando de una orden o demanda.

—Si, señor.— Murmura Tyler cabizbajo.

—Ahora quiero saber...— Respira profundo y voltea disimuladamente para ver si ella lo esta mirando y así era.

Y gustoso de su curiosidad, él ahora le demostrara que tenía siempre poder, y las de ganar, por sobre todas las cosas.

—Si, señor.— Vuelve a repetir Tyler.

—¿Que harían ustedes si la persona a la que cuidan es lo más importante que tienen en la vida y se le escapa?— Indaga.

Los chicos se miran entre si, con temor...

Tyler da indicio a responder, y rápidamente su jefe lo corta nuevamente, efectivamente tenía algo con él... O eso es lo que Tyler podía llegar a deducir.

—Evan, responde por favor.— Sonríe con malicia.

El colorado cierra los ojos, y respira profundo abriéndolos ante la mención de su nombre... —Yo... Yo...— Titubea.

Tyler baja la vista apretando sus labios.

Sabía a la perfección que su compañero y amigo estaba por demás nervioso y que no era muy bueno para este tipo de situaciones.

—No me gusta esperar.— Rueda los ojos llevando una mano a su cabeza.

—Me darían ganas de matarme, señor Maloy.— Suelta finalmente.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora