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No faltaban más de diez minutos para que fuera el momento de descender, el viaje había sido en completo silencio, nadie más emitió un comentario luego de que Demian diera las ordenes...

El otro helicóptero ya estaba tomando nuevamente vuelo, y se veía a los hombres bajar con ayuda del personal de la casa.

Demian es el primero en saltar, sin esperar a que apagara el motor. 

Theo lo estaba esperando junto a un grupo de hombres que trabajaban para él la mayoría del tiempo.

Se saca el arma del pantalón y la descarga haciendo que los dos cartuchos cayeran en el suelo de su propio patio mientras camina hacia el interior de su casa. Nadie se interponía en su camino todos se abrían a su paso y lo saludaban —"Jefe."—  —"Señor Maloy."— Entre otros estúpidos saludos que él detestaba.

—Ocúpate de Percy y de Gio.— Ordena al pasar por al lado de Theo, a quien no le da tiempo a retrucarle nada.

—Lo hare.— Responde para su tranquilidad.

Sabía qué no tenía que presionarlo, no cuándo estaba concentrado en una tarea.

—Percy tiene las bajas, Gio a la chica.— Demanda ronco.

Él ojiazul se queda con una "o" en su boca ya que su amigo se veía agotado, confundido, y agregándole el plus de que le sangraba el brazo.

Theo mueve la cabeza en negación y corre para ayudar a Gio a bajar a la castaña.

 Derek, corre, también, hacia ella desesperado, pero con una sonrisa en su rostro que no podía dejar exponer, sus manos le sudan del sólo pensar que ella estaba con vida.

—Percy, espérame en el escritorio, por favor.— Le grita Theo, mientras guía a Gio con la cabeza hacia la habitación que habían preparado para la castaña.

—Voy, jefe.— Asegura.

Gio sigue a Theo hasta el cuarto que se encontraba enfrentado al de Demian, pero dividido por un gran espacio que daba a la pileta central.

 Theo lo visualiza tirado en la cama sin remera. Atravez del ventanal.

No hace ningún comentario al respecto de su jefe.

Solo se limita al momento, percatándose de que nadie se había dado cuenta de lo que hacía su amigo en ese momento, por lo que se dispone a bajar dos de las cortinas, para darle privacidad a ambos.

Al ingresar a la habitación los espera la señora Juana y el medico de la familia.

Al verlos llegar Juana se acerca rápidamente hacia la joven.

Derek es retenido en la puerta por el mismo Theo, quien le prohíbe acercarse a Adela hasta que supieran que estaba bien.

—¡¡Oh!! Pobre niña.— Mira al doctor con una mueca de preocupación en su rostro. —¿Qué hacemos primero, Doctor?— Cuestiona con sus manos en la boca.

—Lo mejor será que le de un baño, a grandes rasgos no veo heridas de vida o muerte y creo qué lo más importante está en su bajo vientre.— Recomienda el doctor tomándole el pulso, aún, en brazos de Gio.

—Esta bien.— Acepta Juana con sus manos temblorosas.

Theo traga saliva.

Escuchar aquello le hacía helar la sangre por completo.

—Luego le haré unas pruebas y corroboraremos el estado de la joven.— Aprieta sus labios negando con la cabeza.

—Entendido.— Lo escucha atentamente.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora