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—¿Que te paso en la nariz?— Cuestiona Adela, apenas cruza la puerta de la habitación de su hermano.

Hace cuatro horas había llegado, pero no habían estado solos...

Kevin la había entretenido contándole cada episodio de la empresa, y Adela, tambíen, comentándole de su viaje, dándole obsequios, y mostrandole alguna de las fotos sacadas...

Mientras que Tyler y Evan fueron directos a sus hogares, mientras que, cómo suplentes le dejarón a Seth y Gio en su casa...

Theo la había ido a buscar junto con los dos grandores...

Los cuales para mañana ya les levantaba la supuesta suspensión que les había puesto Demian, pero gracias a la ayuda de Theo pudieron tener un lugar en dónde dormir, y pasar la noche.

Adela no se opuso, porque en definitiva los muchachos erán practicamente invisibles, incluso mucho más de lo que eran sus custodios originales.

Usarón el gimnasio y la televisión del living la mayoría del tiempo, ya que Adela estuvo en el parque con Kevin, Luna, y Rouse...

Se encontró con Derek apenas entro la casa, pero tambíen con sus amistades, con unos globos de helios haciendo alusión a una bienvenida por su corto viaje...

Por eso mismo no habían podido charlar respecto al asqueroso aspecto del castaño...

Derek se sorprendió, cerrando rápidamente su ordenador, y levantándose del escritorio para mirarla a los ojos...

—¡Hola!— Responde abrazándola suavemente... —Nada, una pavada.— Agrega levantando los hombros...

Adela niega con la cabeza, y suspira mirando a un costado... Se cruza de brazos al soltar el agarre de su hermano. —No te creo.— Asegura con una ceja levantada.

—Adela...— Suspira.

—¿Me voy por dos días, y te encuentro completamente impresentable?— Pregunta incrédula.

—¡No estoy impresentable!— Se queja.

—Te quedaste con protección, con una enfermera, con tus amigos.— Levanta los hombros y ahora se encamina a la cama del castaño para sentarse en el borde de esta misma...

Derek se despeina nervioso y se voltea para mirarla... —No paso nada.— Se agacha a su altura conteniendo una mueca de dolor...

—¿Y por que estás así?— Demanda, al señalarlo.

Ya no quería saber absolutamente nada de este tipo de situaciones, porque en definitiva su hermano se metía en problemas pero la que salía castigada era siempre ella y ya estaba algo cansada de esa situación.

—No paso nada.— Asegura acariciando la mejilla de Adela...

La misma suspira frunciendo sus cejas triste... —Prácticamente mañana es la gala.— Le recuerda levantando los hombros y apretando su nariz...

—Lo sé.— Traga saliva.

—¿A vos te parece dar un discurso con la cara así?— Le pregunta susurrando entrecerrando los ojos y levantando las cejas...

Se tapa un segundo con una mano la cara, refregándose un poco el maquillaje, su pulsera y el reloj hacen un fino campaneo ante esa acción...

Derek traga saliva, una vez más, y se levanta...

Dándole la espalda, mirando hacía el balcón...

—Creí que lo darías vos.— Habla tímido y avergonzado...

—¿Yo, Derek? ¿Hablar adelante de tanta gente qué es más que seguro qué todos saben qué fui violada incontables veces? ¿Es broma?— Suelta.

Lo tenía acumulado en su garganta y encontro el momento exacto para largarlo...

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora