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—No hay manera de que la deje sola, menos si hoy está acompañada del imbécil de Kram...— Chasquea la lengua y enciende un cigarrillo.

Mientras saluda educamente con la cabeza algunas personas que pasan por su lado saludándolo y reconociéndolo de inmediato.

Él se encuentra por demás fastidioso...

Su amigo lo mira con una mueca de costado mientras que sigue tecleando en su celular rápidamente.

—Te entiendo perfectamente, Demian, pero es una pista muy certera... Y yo tampoco te estaba diciendo que la dejes, pero necesito tu aprobación para dar paso a la operación...— Suspira preocupado ante la respuesta negativa que su jefe le acaba de dar.

Demian expulsa el aire contenido en sus pulmones, mientras que evalúa todas las posibilidades en su cabeza por unos microsegundos. —No la puedo dejar sola...— Vuelve a repetir...

—Demian, voy yo.— Alza sus manos.

Su mejor amigo lo mira obvio, tan solo basta ver su aspecto para corroborar que eso no es viable. —Es lo que están esperando, incluso estoy seguro de que Erick esta en este edificio, en este momento.— Mira hacia todos lados esta vez con muchísima más cautela...

Theo asiente con la cabeza... —Eso no cambia nada.— Bufa.

—Lo estamos buscando hace bastante y que ahora de la nada llegué la pista me parece algo digno de sospechar...— Aprieta sus labios y mira desde lejos a las castaña...

—Dejame hacerlo.— Siente un nudo en su garganta.

—Esta todo armado meticulosamente por él, si tan sólo pudiera...— Baja la cabeza y suelta un suspiro cansador... —Sacarla de acá... Sin problemas, sin preguntas...— Levanta la vista y mira a su amigo...

—Lo sé.— Murmura inflando su pecho.

—Si tan sólo confiara en mi...— Agrega ofuscado.

Theo muerde su labio inferior y esboza una pequeña sonrisa al ver a Elena, sonreír de esa manera a lo lejos...

—Los galpones ya fueron cerrados por seguridad, no quiero que haya movimientos esta noche por ahí, si ya están en la ciudad y ya no se están refugiando no me quiero arriesgar a que nos vuelen en pedazos varias de tus propiedades...— Traga saliva y Demian asiente pensativo...

—Esta bien.— Piensa en alto.

—La decisión que tomaste fue la que mejor te pareció, todo se puede volver a resolver y a armar cómo estaba cuándo vos lo desees.— Le recuerda en base a las palabras que Demian mencionó de Adela y de cómo la está mirando...

—Que no vayamos a dar el golpe ahora, no significa que no vamos a ir cuándo está mierda termine, que Gio me preparé un equipo...— Demanda ronco.

Theo sonríe con una sonrisa de oreja a oreja y asiente. —Gracias.— Suspira.

—Necesito hablar con Wood.— Se acerca a la mesa en la cuál estan, aún, comenzando el primer plato.

Pero no se sienta, busca con la mirada a la castaña, y cómo si la estuviera llamando ella alza su vista y sus ojos mieles se cruzan con los de él, Demian traga saliva y le hace una seña con la cabeza.

Adela se ríe sobre algo que acaba de decir Kram de manera cordial y niega con la cabeza cuando vuelve su vista al rubio, quién aprieta sus dientes y manos lleno de rabia e ira corriendo por todo su cuerpo, y vuelve a realizar la misma seña para que ella se levante de una vez por todas y lo siga.

Adela aprieta sus labios y lo mira por última vez, dejándole completamente en claro que no se levantará, lleva de manera muy sensual un bocado a sus labios, claro que no lo hace con esa intención, nada más alejado de eso, pero en Demian ese gesto incendió más que algunas ganas de volver a tenerla entre sus brazos y sobre todo entre sus sábanas...

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora