—Mierda, Adela.— Gruñe, con un sonido gutural.
Respiran rápido y sigue con la adrenalina del momento.
No era para menos, habían estado prácticamente más de tres meses sin estar en contacto físico, siendo prácticamente imposible de negar lo que le pasaba al uno con el otro.
Adela se lanza en sus labios, besándolos y mordiéndolos violentamente, tirando de su cabello y volviendo a enroscar sus piernas en las de Demian.
Él mismo le corresponde rápidamente uniéndose a ella de esa forma febril y embriagadora, juntando sus lenguas y jugando a un juego sin ganadores. Cuándo están sin aliento se separan, él sale despacio de ella, dejandole un vació...
Ambos se notan dos segundos, dándose cuenta de todo lo que se extrañan y necesitan... Pero ningúno de los dos dice nada.
Demian se toma unos instantes para recostarse a su lado envolviendo sus brazos en su delgada cintura, tapándolos levemente con el acolchado. Está tranquilo, porque sabe que su mejor amigo se encuentra consciente y, dentro de las posibilidades bien, qué probablemente está con Elena, y qué Seth no logro hacer que ella se fuera de la clínica, caso contrario sería prácticamente imposible poder estar en estos momentos teniendo sexo con la mujer que ama y no puede admitir.
Se da la posibilidad, de tomar aquello cómo una despedida, al mismo tiempo, también es una prueba para él mismo de poder demostrar que es lo que le pasa para con Adela.
Demian no se sacó, todavía, por lo que mientras la acaricia, comienza, de nuevo, a masajear su pene y sus testículos, necesita hacer esto una vez más, sabe perfectamente lo que hará luego de este pequeño encuentro sexual, y necesita recordar a Adela, de alguna, manera.
Adela relame sus labios girandose un poco cuando él empieza a hacer aquellos movimientos...
Sonríe divertida, perdida completamente en su cabeza ahí en el deseo que siente en estos momentos, mientras que él, cierra los ojos y no deja de tocarse.
Adela se recompone con su entrepierna vibrando y latiendo de manera desaforada, introduce un dedo dentro de ella mirándolo ahora fijamente, él traga saliva, cuándo la ve dándose auto placer, gruñe ejerciendo más presión en su pene erecto mientras que no puede sacar la mirada de los dedos de Adela, los mismos entran y salen haciendo círculos y mezclándose con los flujos qué él había dejado allí adentro.
—Se debe de sentir muy caliente...— Murmura él...
Ella lleva dos de sus dedos a sus labios y los lame, sin perder un sólo segundo el contacto con sus ojos, mientras qué con su otra mano tironea de su pezón derecho...
—Es una pena qué no lo puedas probar.— Hace un puchero.
Demian la tira, rápidamente, hacía la superficie, teniéndola bajo su cuerpo, con sus piernas cruzando las de ella, obligándola a mantenerlas abiertas, baja hacía su entrada lanzando un soplido allí.
Adela tiembla, ante aquél movimiento, mientras qué él comienza a besar sus labios vaginales cómo si fuera el elixir más perfecto del mundo, Adela puede sentir cómo su lengua llega lejos y bien dentro de ella, con esa mezcla fría qué tiene...
Sus dientes tironean de su clítoris sacándole a Adela un jadeo, él ve, rápidamente su escritorio ordenado y con muy pocos artículos en él, más que su computadora portátil, la toma rápidamente de las caderas levantándola del sillón y llevándola hacia allí...
Adela lo mira mientras que él, sonríe, relamiéndose...
—Tenias razón... Sabía muy bien.— Demian, vuelve a sonreír mientras que la da vuelta corriendo rápidamente la silla transparente para apoyarla de frente en el escritorio.
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EL PROTECTOR
RomanceAdela no corre con suerte, y debe de pagar los platos rotos de otros... Demian Maloy maneja al mundo a su antojo, pero la castaña lo maneja a él... ~>')~~~~>')~~~~>')~~~ Obligada a estar bajo protección en una isla. Su pr...