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Dos toques de puerta y Theo pasa por la puerta, sin esperar el famoso "Pase".

—Tu psicólogo ya esta listo para verte.— Informa con un guiño de ojo.

 Demian levanta la vista, y suspira relajado. —Hacelo pasar.— Ordena dejando las cosas sobre el escritorio.

Theo sale y vuelve a entrar acompañado del psicólogo, dejándolos a los dos solos.

—Me alegra volver a saber de usted, señor Maloy.— Le estrecha la mano.

Demian pasa una mano por la comisura de sus labios con una gran mueca de fastidio en su rostro. —No podría decir lo mismo.— Suelta.

—Aunque se que nuestra sesión será breve.— Canturrea gracioso.

 El medico lo atendió a él cuando era más joven, y lo conoce más de lo que Demian piensa... Es por eso mismo que se da la libertad de poder hacer una sesión mucho más relajada y no tan estricta para con su paciente, teniendo en cuenta los años en los que ambos se conocen.

Demian le ofrece un habano mostrandole la caja que esta sobre la mesa ratona, cada uno se agarra y prende uno.

—Creo que tengo una crisis.— Admite ofreciéndole con una mano para que se siente.

Sonríe al tener el agrado de poder contar con un paciente tan directo. —Coméntame que te esta pasando.— Se sienta en el sillón de enfrente.

Damián pasa su mano libre por una de sus piernas. —Hay... Hay una mujer... Es una nena en realidad.— Comienza.

—¿Que hay con ella?— Pregunta.

—Me esta volviendo loco...— Asegura soltando el aire contenido en sus pulmones.

—¿Dónde la conociste?— Lo mira.

Quiere analizar cada uno de sus gestos, ya que es una de las grandes maneras en las que Demian suele hablar sin tener que usar las palabras.

—Es la hermana de un conocido al que estoy ayudando, en negocios...— Hace una pausa. —Bueno, en realidad es más un conocido por parte de Theo, pero es claro que no podía no ayudarlo si él está involucrado.— Afirma tragando saliva.

—Bien.— Murmura.

—Usted me entiende... Y la primera vez que la vi, la tuve que rescatar de un secuestro, y ayer se fue a entregar por su hermano, y ahí fue cuando explote ante tal estupidez...— Admite.

—¿Que sentiste la primera vez que le viste?— Pregunta.

Él bufa...

Esperaba esa pregunta. 

El problema era la respuesta.

—Se parecía a la hermana de Theo... Estaba débil, su mirada era triste y de sufrimiento... Hoy en día tiene esa mirada, aunque lo intenta disimular.— Menciona perdido en sus emociones y recuerdos.

—¿Y que paso ayer para que explotarás?— Comienza a hacer anotaciones en su libreta.

—Me molesta que sea tan valiente... Me molesta que no acate mis reglas, que me retruque todo lo que digo... No me gusta cuando no me obedecen... Necesito que todos me hagan caso, que todos estén bajo mis ordenes.— Demanda pasando una mano por el puente de su nariz.

El doctor asiente. —¿Que sucedió ayer?— Indaga.

Demian bufa alzando una de sus manos. —Y... Ayer... Ayer se escapo de la seguridad que le puse, no es que me haya molestado el acto de que se escapará.— Suspira confundido.

EL PROTECTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora